El pasado 17 de mayo, miles de ciudadanos se juntaron en el centro de Santiago de Chile para exigir el derecho al cannabis medicinal y recreativo
Efectivamente, la decimoquinta edición de la marcha «Cultiva tus derechos» consiguió juntar a más de 80.000 personas para reclamar una regulación más realista del uso de la marihuana medicinal y la legalización del derecho al consumo de la marihuana recreativa. Los principales organizadores fueron la Fundación Daya, Mamá Cultiva y Movimental. Las tres son viejas activistas que llevan décadas luchando, nacional e internacionalmente, para que se reconozcan unos derechos esenciales e inherentes a la libertad del ser humano. Mamá Cultiva Chile ya estuvo hace muy poco en Paraguay (Mamá Cultiva Paraguay) luchando codo a codo con miles de activistas que reivindicaban la misma causa.
No solo quieren tener el derecho al consumo; también quieren tener derecho al cultivo. En Chile está despenalizado el consumo de marihuana medicinal. Pero al paciente no se le permite cultivar sus propias plantas. ¿Por qué? Tiene un sospechoso olor a dinero. Por este motivo la multitudinaria marcha exige la inmediata despenalización del cultivo de la planta del cannabis.
Gritando el eslogan «Cultiva tus derechos», miles de chilenos pintaron de verde el centro de la ciudad, en una pacífica marcha que exigía del gobierno de Sebastián Piñera la inmediata despenalización del cultivo de cannabis en Chile.
Los manifestantes recorrieron todo el centro de Santiago e hicieron una parada enfrente del Palacio de la Moneda, que es la sede del Ejecutivo, en la que el público se dejó la voz gritando todo tipo de soflamas en contra de la negación de un derecho que a todos parece inherente a la libertad del individuo. La policía no tuvo ni un solo altercado en el que intervenir.
El derecho a un cultivo seguro
Por supuesto, una de las demandas más escuchadas fue la inmediata aprobación de la llamada “Ley Cultivo Seguro”, que impediría a la policía la incautación de las plantas de marihuana de los pacientes que tienen receta médica oficial para consumir cannabis. ¿Por qué se les incautan las plantas entonces? Por lo de siempre: el dinero. Las industrias farmacéuticas quieren hacerse con el monopolio del cultivo. Si es así, una marihuana casera que podría costar muy poco, se convertirá en un producto dentro de una cápsula y a precios de oro.
El proyecto de ley admite que la prescripción médica es como una autorización a cultivar tus plantas; aunque ello no signifique que el Ministerio Fiscal no pueda realizar sus investigaciones. Pero es que, en la actualidad, la policía corta las plantas, se las lleva, y después….¡nada!
La iniciativa fue aprobada el año pasado y ahora se encuentra en trámite en la Comisión de Salud del Senado.
El acto terminó con la intervención del activista Pedro Neira, presidente de Tata Cultiva, que lleva mucho tiempo peleando por el derecho al uso de marihuana medicinal entre los ciudadanos de la tercera edad, que son los más necesitados y que están hartos de que les prescriban pastillas de químicos que tienen numerosos efectos colaterales muy adversos.
Por su parte, Manuel Espinoza, presidente de Movimental, mostró su indignación ante el hecho de que miles de cultivadores tuvieran pánico a que la policía entrara en sus casas, les robara las plantas y, además, les detuvieran. Miles de cultivadores que no quieren vivir con miedo.
Y es que, en efecto, es una cuestión de dinero cuando debería ser una cuestión de salud pública y derechos individuales. Aunque el Gobierno de Michelle Bachelet aprobó unas normas en el año 2015 que autorizaban la elaboración y venta de medicamentos derivados del cannabis, las normas son muy restrictivas y los precios de los productos son demasiado altos; fuera del alcance de las posibilidades económicas de casi todos los chilenos.
Según las organizaciones que asistieron a la marcha, la regulación actual es esencialmente prohibitiva y ha fracasado. De hecho, se han creado más problemas que soluciones en relación al consumo y cultivo de marihuana psicoactiva.
Los chilenos quieren que la opción de fumar cannabis sea una decisión de ellos mismos que no tenga que pasar por consideraciones e intereses del gobierno.
En este país el consumo de cannabis en público está prohibido y el autocultivo también es ilegal. En el hemisferio sur, tan solo en Uruguay está regulado el autocultivo y la venta de cannabis con fines recreativos.