San Diego da un paso contra la publicidad del cannabis y propone retirar las vallas publicitarias de marihuana cerca de escuelas, parques y centros juveniles
San Diego está desarrollando una ofensiva contra la publicidad de cannabis como parte de un paquete de nuevas regulaciones de la ciudad y cambios en las leyes. Sin embargo, aunque la ciudad quiere limitar los lugares dónde se pueden colocar las vallas publicitarias que anuncian venta de cannabis, San Diego también ha propuesto aflojar las restricciones sobre la ubicación de los dispensarios de marihuana y las instalaciones de producción, como granjas de cultivo de cannabis en interior y fábricas que producen comestibles de marihuana.
Entre las nuevas reglas destaca la de reemplazar la palabra «marihuana» por «cannabis» en todos los códigos y documentos de la ciudad. El objetivo de esta norma es homologar el lenguaje utilizado por todos los funcionarios estatales. La Comisión de Planificación de San Diego tiene planeado estudiar estas propuestas el 24 de octubre, y se espera que el Concejo Municipal de la ciudad dé su aprobación hacia finales de este año.
El concejal Chris Cate propuso por primera vez su ofensiva contra la publicidad de cannabis mediante la retirada de las vallas publicitarias de marihuana en la primavera de 2018. Chris Cate quiere mantener la publicidad de cannabis fuera del alcance de los niños. La propuesta prohibiría las vallas publicitarias dentro un espacio de 1000 pies (350 metros) de escuelas, parques públicos, parques infantiles, guarderías o centros juveniles. En realidad, la ley de California prohíbe los anuncios en carteles publicitarios a menos de 1000 pies de algunos lugares considerados de «uso sensible». Pero la lista de lugares prohibidos para poner publicidad de cannabis no incluye parques. Cate también quería incluir bibliotecas, iglesias y centros de atención residencial, pero estos lugares no están incluidos en la propuesta que ha planteado la ciudad. Cate también quería prohibir los anuncios de cannabis a menos de 100 pies (30 metros) de casas residenciales, pero esta medida también fue excluida de la lista.
La propuesta de San Diego sí incluye la petición de Cate de que las restricciones se apliquen a los negocios legales e ilegales de cannabis. ¿Negocios ilegales? La ley de California ha sido muy polémica y criticada ya que su redacción lleva implícito el hecho de que la ciudad parece seguir permitiendo la existencia de dispensarios sin licencia que son ilegales. Aunque los funcionarios de San Diego han cerrado casi todos los dispensarios ilegales en la ciudad, se estima que quedan alrededor de 100 servicios de entrega ilegales.
Las vallas publicitarias de cannabis son muy habituales en San Diego desde que comenzaron las ventas recreativas legales de marihuana en enero de 2018. El problema es que esta ofensiva contra la publicidad de cannabis en San Diego perjudicaría a muchos dispensarios legales de marihuana que dependen de los anuncios publicitarios para atraer clientes.
Las vallas publicitarias de cannabis cuestan mucho dinero, dependiendo de la ubicación. Los empresarios más importantes de la industria local de la marihuana han dicho que aprueban las nuevas normas, y especialmente el esfuerzo por diferenciar entre dispensarios legales e ilegales. Por supuesto, los residentes que son favorables a la prohibición de la marihuana también están contentos con la nueva ofensiva contra la publicidad de cannabis en San Diego, aunque algunos están descontentos con que la ciudad planee usar oficiales de cumplimiento de códigos en lugar de la policía para tratar el tema de las multas por violaciones de las nuevas leyes.
El aspecto amable de la nueva normativa es que los funcionarios de San Diego quieren suavizar las reglas que prohíben la ubicación de los negocios de cannabis dentro de los 100 pies de las viviendas y dentro de los 1000 pies de las iglesias, parques, escuelas e instalaciones orientadas a los jóvenes. Esto se debe a que cuando San Diego comenzó a permitir negocios de cannabis en 2014, la distancia era calculada en base a una línea recta desde el negocio a los lugares, ignorando las características topográficas o la ruta de viaje. Siguiendo un criterio más realista, la ciudad suavizó la regla para tener en cuenta las barreras topográficas naturales y las barreras topográficas construidas, como las autopistas.
Actualmente, los funcionarios de San Diego proponen cambiar a un estándar basado en el camino peatonal más directo. Pero Scott Chipman, residente de Pacific Beach y miembro de “Ciudadanos contra la legalización de la marihuana”, ya ha manifestado su indignación diciendo que el cambio es otra argucia de los funcionarios de la ciudad que modifican las reglas para adaptarse a la industria local de la marihuana. Chipman dice que “los ciudadanos contra la legalización de la marihuana nos oponemos completamente a cualquier cambio en el código que normalice aún más esta droga peligrosa y los traficantes de drogas que la venden en nuestra comunidad.”