Alarma social en EE.UU. por consumo de aceite de CBD adulterado

Alarma social en EE.UU. por consumo de aceite de CBD adulterado

La alarma social producida por el aceite de CBD adulterado animó a un equipo independiente a investigar sobre el tema

Aceite de CBD adulterado. La adulteración del aceite de CBD ha enviado a docenas de personas al hospital en los dos últimos años. Uno de los casos de adulteración de aceite de CBD dejó en coma a un joven militar, llamado Jay Jenkins, después de inhalar dos veces el producto. El amigo de Jay había comprado un cartucho de aceite de CBD para vapeo de la marca YOLO, que es el acrónimo de “solo vives una vez” (You Only Live Once). Jay recuerda que la experiencia fue aterradora. Tuvo alucinaciones muy intensas, después no podía moverse y finalmente entró en coma. En el hospital descubrieron que Jay Jenkins no había consumido aceite de CBD sino una droga ilegal muy barata que se vende en el mercado negro: un tipo de marihuana sintética a la que se atribuyó al menos 11 muertes en Europa.

La alarma social aumenta conforme se descubren más personas que acaban en el hospital tras consumir aceite de CBD adulterado. En ocasiones se adultera el aceite de CBD con otros productos, pero en otras ocasiones el producto no contiene nada de aceite de CBD y sí otras sustancias. Todos los casos que han acabado en el hospital han sido provocados por aceite de CBD adulterado e inhalado con vaporizador o por CBD adulterado en comestibles. No hay que confundirse con otra alarma social que también está preocupando a muchos consumidores que inhalan extractos de THC y del que escribimos un artículo llamado “¿Enfermedades pulmonares por vapear extractos de cannabis?”

La alarma social producida por el aceite de CBD adulterado animó a un equipo independiente a investigar sobre el tema.

Este equipo encargó pruebas de laboratorio del aceite de CBD para inhalar en vaporizador que Jenkins usó, además de otros 29 productos de vaporizador vendidos como CBD en todo el país. El equipo se centró en unas marcas que las autoridades o los usuarios consideraban sospechosas. De las 30 muestras analizadas, 10 contenían una tipo de marihuana sintética ilegal muy peligrosa conocida como K2. El resto de las muestras analizadas no tenían nada de aceite de CBD en absoluto pero contenían otras sustancias. Medio kilo de marihuana sintética cuesta 25 dólares en el mercado negro mientras que la misma cantidad de aceite de CBD natural cuesta cientos o incluso miles de dólares.

James Neal-Kababick, director de Flora Research Laboratories, el laboratorio que probó los productos, dijo que eran extremadamente peligrosos para la salud. El vapeo, en general, ha sido motivo de polémica en las últimas semanas porque cientos de consumidores han desarrollado enfermedades pulmonares e incluso algunos han muerto. Pero esta investigación se ha centrado en los casos en los que se agregan productos químicos psicoactivos a los productos vendidos como aceite de CBD.

Los resultados de las pruebas de laboratorio realizadas por laboratorios gubernamentales en 9 estados son preocupantes. 128 muestras de entre más de 350 analizadas tenían marihuana sintética en productos comercializados como aceite de CBD. Lo más preocupante se descubrió en Mississippi: las autoridades encontraron fentanilo, el poderoso opiáceo que causó la muerte de más de 30000 muertes por sobredosis el año pasado. Ya no estamos hablando de aceite de CBD adulterado con una sustancia inocua. Obviamente, la alarma social ante este tipo de aceite de CBD adulterado está justificada.

Debido a que las pruebas realizadas se centraron en productos sospechosos, los resultados no pueden ser considerados como representativos del mercado general, que incluye cientos de productos.

Lamentablemente, las personas que operan detrás de los productos de aceite de CBD adulterado gozan de impunidad debido a que la industria ha crecido tan rápidamente que los reguladores no se han puesto al día y los agentes de control de drogas tienen otras prioridades.

Marielle Weintraub, presidenta de la Autoridad de Cáñamo de EE. UU., un grupo de la industria que certifica la calidad de los cosméticos y suplementos dietéticos de CBD, dice que el rápido crecimiento del mercado del CBD ha hecho que algunas empresas quieran ganar mucho dinero en muy poco tiempo. Muchas empresas adulteran el aceite de CBD con marihuana sintética, lo cual crea una gran alarma social. Weintraub dice que cuando aparece algún producto de aceite de CBD adulterado, las personas o empresas detrás de ellos suelen culpar de la adulteración o la contaminación a la cadena de suministro y distribución. Igualmente asegura que aunque la adulteración del aceite de CBD con marihuana sintética es una preocupación y motivo de alarma social, la realidad es que la mayoría de las empresas tienen buenas prácticas y gozan de buena reputación.

La Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. ha aprobado un medicamento a base de CBD para tratar las convulsiones asociadas con dos formas de epilepsia. Pero la realidad es que aparte de esto, la agencia ha hecho poco para detener la venta de productos de CBD adulterados.

Es difícil para los consumidores saber cuánto CBD hay en realidad en el aceite que están comprando, si es que hay algo. Al igual que sucede con muchos productos, los reguladores federales y estatales rara vez analizan lo que hay dentro del producto y dejan el control de calidad a los fabricantes. Esto es un grave error ya que pueden producirse, y de hecho de producen, adulteraciones del aceite de CBD que, como está sucediendo ahora, son peligrosas y generan una gran alarma social. Al final tiene que ser algún equipo independiente el que investigue sobre el tema.

Las autoridades estatales y federales no han conseguido identificar quién creó YOLO, la marca que hizo enfermar a Jenkins y a más de 33 personas en el estado de Utah. Según la documentación presentada ante un tribunal de California por un ex contable de la compañía, una empresa llamada Mathco Health Corporation vendía productos Yolo a un distribuidor que vendía sus productos en la misma dirección donde el amigo de Jenkins compró el aceite de CBD adulterado.

Otros dos ex empleados dijeron al equipo independiente que ha realizado la investigación que Yolo era un producto de Mathco Health Corporation. La directora ejecutiva de Mathco, Katarina Maloney, dijo en una entrevista en la sede de la compañía en Carlsbad, California, que Yolo fue manejada por su ex socio comercial y que no quería discutirlo.

Maloney también dijo que Mathco no participa en la fabricación, distribución o venta de ningún producto ilegal. Dijo que los productos de Yolo en Utah se los compraron a ellos pero que la compañía no puede controlar lo que sucede con los productos una vez que se envían.

La realidad es que la situación sigue sin resolverse y mientras tanto la alarma social aumenta. El aceite de CBD es un producto que goza de gran aceptación entre la sociedad estadounidense. Pero el aceite de CBD adulterado es muy difícil de controlar tal y como están las leyes. Es difícil entender que una investigación de tanta importancia haya sido realizada por un equipo independiente. El sistema poco transparente de fabricación y distribución de aceite de CBD obstaculiza las investigaciones penales y deja a las víctimas de los productos adulterados con pocos recursos.

Expertos como Michelle Peace, científica forense de la Virginia Commonwealth University que descubrió la marihuana sintética en sus pruebas sobre aceite de CBD adulterado opina que el gobierno federal debería actuar rápidamente ante esta alarma social para proteger al público.

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