Impuestos de la marihuana son palabras tabú entre los consumidores de cannabis recreativo en los EE.UU.
Mientras que los ciudadanos estadounidenses comprenden que tienen que pagar impuestos sobre los alimentos, los coches, la ropa y todo lo demás, sienten rechazo a pagar impuestos de la marihuana, especialmente la recreativa. Es importante entender que los usuarios de marihuana medicinal pagan menos impuestos que los consumidores de marihuana recreativa, e incluso en algunos estados no pagan impuestos.
Conforme más estados legalizan la marihuana en los EE.UU. e imponen impuestos, muchos usuarios de cannabis para uso recreativo que rechazan pagar impuestos cruzan a otros estados para evitarlos. Muchos consumidores acumulan marihuana recreativa cuando se enteran de que los impuestos sobre la misma van a subir. Si los gobiernos estatales no se anticipan a esta conducta, perderán muchos ingresos e incluso fomentarán un mayor consumo de marihuana proveniente del mercado negro.
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Curiosamente, los estados no estudian el impacto de los impuestos de la marihuana que tanto rechazo produce en el consumidor estadounidense. Un equipo formado por estudiantes de política pública ha estudiado los datos obtenidos de los consumidores de cannabis de Oregón en relación a los impuestos, porque querían saber las consecuencias económicas de los impuestos de la marihuana recreativa en una industria de miles de millones de dólares.
En estos momentos los estados dependen más que nunca de esta nueva fuente de ingresos que son los impuestos a las ventas de cannabis recreativo para pagar la educación, la salud, y más cosas. Por lo tanto, es de vital importancia que los estados entiendan el rechazo a pagar los impuestos sobre las ventas de marihuana recreativa y medicinal en los consumidores para ajustarlos según su conveniencia.
Los estados que han legalizado la marihuana recreativa han creado un impuesto sobre las ventas, lo que ha generado grandes beneficios económicos. Por ejemplo, desde el 4 de enero de 2016, los funcionarios de Oregón aplicaron un impuesto del 25% sobre la venta de marihuana recreativa, lo que generó 60,2 millones de dólares en ingresos fiscales ese año.
Una conducta muy frecuente que tienen los consumidores de cannabis recreativo es comprar y almacenar grandes cantidades de hierba cuando prevén que el estado va a incrementar los impuestos del cannabis. Sucede lo mismo que cuando los ciudadanos saben que va a aumentar el precio del combustible de los vehículos. El día anterior todos llenan el depósito de su coche. Esta conducta supone una disminución de los ingresos generados por los impuestos de la marihuana, al menos hasta que los consumidores gasten el exceso que habían comprado.
Las compras de cannabis en otro estado reflejan el rechazo del estadounidense medio a pagar impuestos a la venta de marihuana recreativa. Por este motivo cruzan las fronteras del estado para comprar la hierba en otro estado en el que los impuestos son menores e incluso no hay impuestos en el caso de la marihuana medicinal. Esto sucede por ejemplo en Oregón, un estado en el que varias ciudades están muy cerca de otros estados donde el cannabis es legal pero los impuestos a la venta de cannabis son inferiores.
Cuando se legalizó la marihuana medicinal, al principio estuvo exenta de impuestos. Curiosamente muchos usuarios de marihuana recreativa se convirtieron en pacientes calificados para consumo de marihuana medicinal, como podemos deducir del incremento de aplicaciones de marihuana medicinal en Oregón. Además, los pacientes de marihuana medicinal también pueden comprar marihuana libre de impuestos para amigos y familiares, reduciendo aún más los ingresos recaudados.
Las cifras no mienten. Las licencias de marihuana medicinal llegaron a casi 3400 en Oregón en junio de 2015. Pero cuando posteriormente se legalizó la marihuana recreativa para adultos las licencias de marihuana medicinal bajaron a 1250. Y cuando más tarde, en enero de 2016, se impuso un impuesto sobre la marihuana recreativa del 25%, las aplicaciones de licencia de marihuana medicinal aumentaron otra vez a más de 2000 debido a que los ciudadanos rechazaban pagar impuestos por cannabis para uso recreativo.
La cuestión es saber qué pueden hacer los estados para evitar este problema. Una buena solución es coordinar los impuestos al cannabis en todos los estados. De esta manera se evitarían que los consumidores pasaran a otros estados para realizar sus compras. El estudio aconseja que los funcionarios de salud trabajen con los consumidores de marihuana medicinal que no pagan los impuestos que pagan los consumidores recreativos. Una buena solución sería que los dispensarios estuvieran conectados electrónicamente y que las tarjetas de compra sean legibles a través de una computadora para poder hacer un seguimiento de las ventas de marihuana. Esta práctica podría ayudar a reducir la evasión de dinero que se está produciendo actualmente como consecuencia del rechazo de los consumidores a pagar impuestos a la marihuana del estado.
Por supuesto, sería aconsejable igualar el valor económico de los impuestos a la hierba recreativa en todos los estados ya que las diferencias son importantes con lo que se favorecen los viajes interestatales para evitar la carga impositiva.
Mientras tantos, impuestos de la marihuana siguen siendo unas palabras odiadas entre los consumidores de cannabis.