Cannabis y bancos en EE.UU. son dos actores de la economía que hasta ahora no han podido trabajar juntos por culpa de una legislación obsoleta e hipócrita
Cannabis y bancos en EE.UU. han sido dos conceptos que jamás han podido ir en la misma frase desde que hace más de dos décadas la industria de la marihuana despegó en los Estados Unidos, generando riqueza por un valor de miles de millones de dólares. Al ser el cannabis una sustancia ilegal a nivel federal, las empresas de este sector no podían tener acceso a los servicios bancarios que cualquier ciudadano normal y muchos ciudadanos de pocos escrúpulos tienen.
Pero el pasado miércoles la Cámara de Representantes votó para aprobar la Ley de Banca Segura (SAFE), un proyecto de ley federal que proporcionaría a la industria del cannabis legal de los estados un acceso integral a los bancos y sus servicios financieros. Este proyecto de ley ha sido un avance histórico hacia la normalización de la industria de la marihuana en los Estados Unidos. Los clientes de los dispensarios y tiendas minoristas de cannabis podrán comprar cualquier producto legal relacionado con el cannabis mediante tarjeta de crédito o débito.
El debate para permitir que la industria del cannabis pudiera finalmente tener acceso a los servicios bancarios fue un éxito total ya que 321 congresistas votaron a favor y 103 en contra. Earl Blumenaur (D-OR), manifestó su alegría ante la reparación de este agravio histórico contra la industria del cannabis. Este congresista de Oregón dijo que la nueva ley era algo que los estados que han legalizado el cannabis llevaban mucho tiempo esperando. “Esta es una industria de 11 mil millones de dólares y sigue creciendo”, dijo ante los medios de comunicación. Esta nueva ley era necesaria porque la gente y los estados lo estaban demandando desde hacía demasiados años.
Por su parte, Ed Perlmutter , congresista republicano de Colorado dijo lo que probablemente fueron las palabras más acertadas sobre la nueva ley SAFE. Perlmutter, el promotor principal del proyecto de ley, asegura que se trata de una cuestión de seguridad pública y derechos de los estados. Gracias a la nueva ley los empresarios honrados podrán evitar trabajar con dinero en efectivo.
15000 millones de dólares en ventas de cannabis en 2019
Nueva normativa para la industria del cannabis en los EE.UU.
Según la ley federal actual, los bancos que prestan servicios a la industria del cannabis pueden ser procesados. Michael Correia, director de relaciones gubernamentales de la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis, cuenta que si los bancos hacen negocios con la industria del cannabis pueden ser acusados de actuar contra las leyes de lavado de dinero y el castigo federal puede ser muy duro, incluso puede ser despojado de su seguro de depósitos FDIC.
Aunque la industria del cannabis ha recibido algo de ayuda de algunos bancos locales y las cooperativas de crédito, sigue sin tener acceso a la banca nacional. Los bancos de Wall Street tienen más riesgos de ser procesados por delito federal. La Ley de Banca Segura (SAFE) va a sacar a la industria del cannabis del ostracismo financiero en que lleva inmersa más de dos décadas. La nueva ley no puede cambiar el estatus legal de la marihuana a nivel federal pero sí prohíbe que el gobierno federal procese a los bancos por tratar a las empresas estatales de cannabis como a cualquier otro negocio legal.
La aprobación de la Ley de Banca SAFE es un hito histórico ya que por primera vez el Congreso actúa para proteger la industria de la marihuana recreativa legal de cada estado. La manera de pensar federal empieza a cambiar y el Congreso comienza a dar pasos significativos. La ley de banca SAFE está respaldada por muchos republicanos y demócratas. El tamaño del mercado de la marihuana legal crecerá hasta los 30 mil millones de dólares en 2025, una cantidad que los bancos no pueden ignorar.
En realidad ya es imposible para los bancos no involucrase en la industria del cannabis. R.J. Lehmann lo explica con un ejemplo muy realista y recurrente. Si un electricista o albañil que trabaja para un dispensario de marihuana pide una hipoteca, ya hay un nexo entre el banco y el dispensario. Los principales activistas del cannabis no están completamente contentos con la Ley de Banca. La ACLU, la Drug Policy Alliance y Human Rights Watch, y otros activistas escribieron una carta a los representantes de la Cámara hace una semana en la que lamentaban que el proyecto de ley bancario no aborda la reforma de la marihuana de manera integral y sirve principalmente para beneficiar a la industria de la marihuana pero no a las comunidades que han sufrido la peor parte de la prohibición y la guerra contra las drogas. Pero este problema de la equidad no tiene nada que ver con el cannabis y los bancos en los EE.UU.
Como era fácil de imaginar, a los prohibicionistas no les ha gustado la aprobación de la Cámara de la Ley de Banca SAFE. Los prohibicionistas opinan que el acceso bancario para la industria de la marihuana servirá para que esta explote a las comunidades de color y de bajos ingresos.
Abu Edwards, Director de Asuntos Estatales de SAM Action, advierte sobre el brote reciente de enfermedades pulmonares por vapeo de cannabis en los EE.UU. y los peligros de la marihuana con demasiado THC. Edwards opina que cualquier expansión y promoción del aumento del uso de la marihuana está equivocada es un error.
Estas palabras llaman la atención porque cuestionar una industria legal que genera de forma honrada riqueza y puestos de trabajo en un mundo en el que los grandes traficantes de drogas, traficantes de órganos humanos, terroristas, tratantes de seres humanos y en general lo peor de la humanidad toman café en los despachos de los directores de los bancos más importantes del mundo es una hipocresía sin límites. Estas personas sin escrúpulos son ciudadanos respetables a los ojos del sistema bancario. Sin embargo, cannabis y bancos en EE.UU. siguen sin poder sentarse a la misma mesa.
Ahora que la Cámara ha aprobado la Ley de banca SAFE, el proyecto pasará al Senado. ¿Pero será aprobada por la Cámara Alta? Esperamos que sí, pero por desgracia el destino final del proyecto de la ley de banca SAFE en el Senado sigue siendo incierto.