Toda Sudamérica está avanzando inexorablemente hacia la legalización de la marihuana para uso medicinal
Marihuana medicinal en Sudamérica. En el año 2017 la TV de Perú daba una noticia que apenas tuvo impacto en la sociedad. La policía de Lima irrumpía en una vivienda ubicada en el barrio de San Miguel en la que incautaron cinco kilos (11 libras) de marihuana, equipos de iluminación para cultivo y fertilizantes. Toda la vivienda era un cultivo interior de cannabis que está ahora desmantelado. Los policías que intervinieron en el dispositivo posaban orgullosos junto a las plantas arrancadas de sus macetas.
Al final se descubrió que el cultivo de marihuana de la casa de San Miguel no era un negocio privado de traficantes. Era el trabajo de un grupo de familias desesperadas, sobre todo madres, que cultivan cannabis para familiares gravemente enfermos. Es una opción de tratamiento que tiene muchos seguidores en Perú a pesar de que el cultivo de cannabis está estrictamente prohibido.
Las familias se habían unido para formar una asociación sin ánimo de lucro que se llama “Searching for Hope”, Buscando esperanza, enfocada a la autoayuda pero también hacia promover un cambio legal. Durante los días posteriores a la redada policial, los medios de comunicación peruanos le dieron a la asociación una cobertura muy comprensiva y compasiva, lo que ha llevado a un cambio radical en la opinión pública y ha facilitado el camino para la reforma legal en el Congreso del país, dominado por legisladores de derecha.
La intervención policial desencadenó una serie de eventos cuyo momento álgido ha sido la promulgación de la que posiblemente sea la ley más completa de marihuana medicinal de toda Latinoamérica, en Perú. Hasta ese momento, Perú era el país más conservador de todo el continente Latinoamericano en cuanto a política de drogas.
La nueva ley, aprobada en febrero, sitúa a Perú como líder de una tendencia imparable de legalizar la marihuana medicinal e incluso la marihuana recreativa, que se extiende desde el sur del Río Grande hasta la Patagonia.
A principios del 2019, el Congreso peruano aprobó la Ley 30681, que legaliza y regula el cultivo, procesamiento, importación, exportación y comercialización de productos de marihuana medicinal registrados. Para poder ser parte de la nueva industria, las empresas necesitan solicitar licencias de la Dirección General de Medicamentos, Suministros y Drogas de Perú (DIGEMID).
Ana Álvarez, líder de Searching for Hope, la asociación que regentaba el cultivo de interior que la policía incautó, tiene un hijo de 19 años que tiene el Síndrome de Lennox-Gastaut, una forma grave de epilepsia, dice que la legalización trae tanto esperanza como preocupaciones.
La legalización es un gran avance en opinión de Álvarez. Ella había sido procesada, junto con un médico que asesoraba a la asociación, hasta que un juez comprensivo archivó el caso, lo cual fue un gran golpe de suerte.
Antes de que ella le diera gotas de tintura de cannabis, su hijo Anthony sufría hasta 10 convulsiones graves al día, y con frecuencia se hacía mucho daño. El chico se rompió el brazo, varios dientes, se rompió la frente y sufrió un hematoma cerebral. En la actualidad está lleno de cicatrices.
Desde que Anthony comenzó a ser medicado con cannabis terapéutico tiene un máximo de dos convulsiones al día, y algunos días no tiene ninguna. Y además las convulsiones son mucho menos fuertes. La madre afirma que el cannabis terapéutico ha cambiado la vida de su hijo que ahora puede llevar una vida digna.
Gracias a la tintura de cannabis que le fue proporcionada por Searching for Hope, Anthony ha podido volver a estudiar después de dos años y acude regularmente a un taller de teatro para ayudarlo con su socialización.
Pero Ana Álvarez no está completamente contenta con la Ley 30681 ya que ni regula ni permite el cultivo por parte de los usuarios o sus familias. En principio esta ley está pensada para ayudar a estos pacientes pero puede que no sea así ya que la única manera de acceder a un cannabis a precios económicos es a través del cultivo casero. ¿Podrán los pacientes pagar los medicamentos de cannabis con la nueva ley? Alberto de Belaunde, el congresista liberal que, en estrecha colaboración con Searching for Hope, defendió la ley, está de acuerdo con Álvarez.
Belaunde opina que no es solo una cuestión de precios. El cannabis es una medicina personalizable en cuanto al THC y el CBD, los dos cannabinoides más importantes en los productos de marihuana medicinal, cuyos niveles pueden personalizarse conforme a las necesidades individuales de los pacientes. De Belaunde dice que trabajará en los próximos meses para solventar esa laguna legal.
El principal problema es que la aprobación de esta ley tuvo mucha oposición en el Congreso. No fue un proceso fácil. Fue necesario sacrificar el asunto del cultivo casero para que se aprobara la ley. Belaunde cree que es una gran omisión que ahora quiere solucionar. Igualmente cree que el uso recreativo del cannabis también debe ser despenalizado y regulado como cualquier sustancia, como el alcohol. Por desgracia, si hubieran tratado de incluir el uso recreativo de la marihuana, esta ley nunca se habría aprobado.
Aunque la legalización se extiende por todo el continente sudamericano, la Ley 30681 sitúa al Perú a la vanguardia de la marihuana medicinal en América Latina. Los países que han legalizado recientemente el uso medicinal del cannabis son Argentina, Chile, Colombia y Uruguay, este último también legalizó la marihuana para uso recreativo de adultos. Estas nuevas legislaciones han atraído a las compañías de cannabis norteamericanas.
Chile, otro pais de Sudamérica que legalizó la marihuana medicinal y despenalizó la marihuana recreativa en 2015. La ley entró en vigencia en 2017 y Chile ahora está decidido a convertirse en un líder regional en investigación de marihuana.
Colombia legalizó la marihuana medicinal en 2015 y ya se está cultivando de forma legal. Se espera que los productos de marihuana medicinal estén disponibles en las farmacias en Colombia este año y algunos analistas económicos calculan que Colombia podrá acceder al 20% del mercado global de cannabis medicinal, con un valor potencial de 40 mil millones de dólares.
La marihuana ha dejado de ser un símbolo del oscuro pasado de violencia y ahora el cannabis se utiliza para cuidar a las personas.
Otros países están aprobando leyes para permitir la producción, importación y exportación de marihuana medicinal, pero Colombia tiene una ventaja porque lo hizo hace tres años, dice Rodrigo Arcila, presidente de la Asociación Colombiana de la Industria del Cannabis. Arcilla dice que las 29 compañías miembros del grupo han invertido más de 600 millones de dólares en la construcción de instalaciones de marihuana medicinal.
Al menos esa es la apuesta de un número creciente de empresarios que están construyendo grandes plantaciones de marihuana y laboratorios farmacéuticos de última generación que producen todo, desde analgésicos a base de cannabis para pacientes con cáncer hasta golosinas para perros que actúan como agentes calmantes.
Uruguay fue el primer país que legalizó la marihuana medicinal y recreativa. Algunos analistas creen que este país, con una población de solo 3 millones de habitantes, será el primer país en alcanzar la cantidad de mil millones de dólares en exportaciones legales de cannabis.
El siguiente objetivo sería la legalización de la marihuana recreativa. Otros países del mundo, como Jamaica y algunos de Europa occidental, se han estado moviendo en esta línea. Nik Schwenker de la empresa Canopy Growth, la primera compañía de cannabis de Canadá que cotiza en bolsa, opina que América Latina tiene muchas ventajas. La empresa de Schwenker se está expandiendo rápidamente en América Latina. Han comprado tierras en Brasil, Chile, Colombia y Perú, y ya disponen de capital para la inversión. Schwenker asegura que la región tiene un gran potencial tanto como proveedor de productos de marihuana medicinal como consumidor. El clima es perfecto para el cultivo de marihuana y los salarios son muy competitivos a nivel global en el sector agrícola. Estos factores son de gran ayuda para que América del Sur pueda convertirse en un gigante de la producción y exportación de cannabis.
Además, América del Sur tiene una gran tradición de medicina basada en plantas y muchas personas tienen algún historial de uso médico de marihuana en sus familias. En América Latina viven 600 millones de personas. En términos de población, México es aproximadamente cuatro veces más grande que Canadá. El uso recreativo será la próxima gran batalla en la región, donde dicho consumo sigue siendo ilegal en varios países, incluido Perú.
Paraguay es probablemente el mayor productor ilegal de cannabis de Sudamérica. Las Naciones Unidas calculan que produce el 15% del suministro ilegal mundial de cannabis. El hecho de que Perú, un país que no suele estar a la vanguardia del cambio social, haya dado un paso tan importante en la marihuana medicinal, parece ser un indicativo de que América Latina está preparada para el cannabis, al menos para uso terapéutico.
No hay duda de que la marihuana medicinal está avanzando en Sudamérica.