Nuevo México quiere convertirse en el principal productor de cáñamo del país
En Nuevo México, al igual que en muchos lugares del mundo, todavía hay mucha confusión sobre el cáñamo, una planta de cannabis que es una prima de la marihuana pero sin efectos psicoactivos. La persona que fuma cáñamo no lo hace para drogarse, a pesar de que la planta estuvo clasificada como una sustancia de la Lista I, según la Ley de Sustancias Controladas, al igual que la heroína, la cocaína o el LSD que son sustancias consideradas de uso médico no aceptable y con un alto potencial de abuso.
Afortunadamente, esta absurda situación cambió el pasado mes de diciembre, cuando el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley Agrícola de 2018, que eliminaba el cáñamo de la lista de sustancias controladas y clasificándolo como un producto agrícola.
Este año, un proyecto de ley aprobado por la Legislatura de Nuevo México ha permitido a las agencias estatales regular la industria del cáñamo en el estado. El Departamento de Agricultura del estado se encarga de supervisar todo lo referente al cultivo, la reproducción y las pruebas de las plantas de cáñamo. Por su parte, el Departamento de Medio Ambiente regulará todo lo referente a lo que sucede después de la cosecha: la extracción y procesamiento de aceites de cáñamo y la fabricación y transporte de productos de cáñamo.
Es necesario darse prisa
El cambio en la ley es un gran problema, precisamente por la falta de normativa. Se calcula que en 2022, el cáñamo se convertirá en una industria que generará 2.6 mil millones de dólares en todo el país. Y Nuevo México quiere tomar su parte del pastel ya que considera que el potencial económico del cáñamo es extraordinario en este estado cuyas condiciones climatológicas son excepcionales. Nuevo México es presa de la llamada «fiebre del oro verde» y está decidido a hacer lo que sea necesario para convertirse en el principal productor del país.
El pasado mes de abril la gobernadora Michelle Lujan Grisham dio un comunicado de prensa en el que afirmaba que la industria del cáñamo está llena de potencial. La gobernadora hizo su comunicado de prensa después de haber firmado el proyecto de ley que establece los usos comerciales e industriales del cáñamo y crea una estructura reguladora. Lujan Grisham asegura que el cáñamo puede jugar, y de hecho y jugará un papel primordial que impulsará el sector agrícola de Nuevo México, creando empleos de alta calidad e impulsando la innovación.
Poco después, Brad Lewis, director de la división del Departamento de Agricultura de Nuevo México, dijo que el estado está viendo ya los resultados. En efecto, en muy poco tiempo Nuevo México ha sido testigo de cómo se han creado puestos de trabajo para la producción de cáñamo y de cómo edificios comerciales que han estado vacíos durante años se han rediseñado para el cáñamo.
Millones de dólares fluyen por todo el estado a través de empresas de cáñamo. El estado ha invertido en empresas de cáñamo mediante programas de subvenciones y préstamos. Incluso se ha creado nuevas industrias caseras, y también grandes compañías comerciales que se están mudando a Nuevo México, al que algunos llaman el nuevo “El Dorado”. De hecho, se están llegando importantes acuerdos entre universidades y compañías privadas para realizar investigaciones.
Y el auge de la industria del cáñamo se está produciendo en Nuevo México incluso antes de que se hayan establecido formalmente las reglas regulatorias. Las agencias estatales involucradas en este negocio tienen que apresurarse en la creación de reglas si se quiere conseguir convertir a Nuevo México en el primer productor de cáñamo del país. Esta temporada es la primera en que los ciudadanos de este estado están viendo el desarrollo de los primeros cultivos de cáñamo en exterior y en invernaderos cuyos resultados se verán en octubre.
En estos momentos el Departamento de Agricultura todavía está redactando las reglas relativas a la regulación de los criadores y laboratorios de cáñamo que prueban el cáñamo crudo. Las plantas de cáñamo contienen pequeñas cantidades de THC, el compuesto psicoactivo de la planta. Pero la ley federal establece que las plantas de cáñamo no pueden contener más del 0.3% de THC.
Por otra parte, el Departamento de Medio Ambiente se está dando mucha prisa en redactar las normas referentes a todo lo que se hace con la planta después de la cosecha.
Recientemente el Departamento de Agricultura se reunió por última vez con el objeto de discutir las diferentes normas que entrarán en vigencia esta semana en relación con todo lo referente a la extracción, fabricación y almacenamiento del cáñamo.
El pasado mes de diciembre se comenzó a otorgar las licencias para cultivar cáñamo. La concesión de licencias son el resultado de la Ley de cultivo de investigación del cáñamo de 2017, que la ex gobernadora Susana Martínez hizo todo lo posible por evitar, junto a otros nueve proyectos de ley, haciendo uso de su derecho al veto. Pero la ex gobernadora no fue capaz de explicar las razones de los vetos, tal y como lo exige la Constitución del estado. Por lo tanto, la Corte Suprema del estado dictaminó el año pasado que los vetos no eran válidos. El único argumento que la ex gobernadora esgrime es que el cáñamo y la marihuana son muy similares.
Por el contrario, la nueva gobernadora Lujan Grisham ha apoyado desde el principio al cáñamo y también a toda la industria del cannabis. El mes pasado la gobernadora encargó a un equipo de trabajo que se encargara de investigar la forma en que los estados que han legalizado el cannabis para uso recreativo están regulando la planta desde el principio al fin. Es decir, desde la semilla hasta la venta.
Aunque la industria del cáñamo en Nuevo México está comenzando a florecer, el estado tiene muy claro que puede ser el mayor productor de cáñamo de todo el país. De momento se han emitido 335 licencias para cultivar cáñamo en aproximadamente 7000 acres en plantaciones de exterior y otros 110 acres para cultivos en interior. El Departamento de Agricultura afirma que el interés suscitado ha sido mucho mayor de lo esperado y que el estado está ya preparado para ser uno de los principales estados productores de cáñamo del país.
¿Limpieza nuclear?
Una pareja de Nuevo México lleva investigando sobre el potencial del cáñamo desde hace casi 20 años. La pareja asegura que Nuevo México tiene un gran potencial para que los ciudadanos y las tribus nativas americanas ganen dinero con el proyecto ya que el cáñamo ofrece grandes oportunidades para los agricultores. Lo cierto es que hay una gran demanda pero la oferta es muy pequeña. El cáñamo es el cultivo perfecto para los agricultores de Nuevo México por su gran versatilidad. Los agricultores podrían sustituir los tradicionales de alfalfa por cáñamo.
La mayoría de los cultivadores de cáñamo lo hacen pensando en extracciones de CBD, que se utiliza para aliviar dolores y molestias, reducir la ansiedad, ayudar a las personas a dormir mejor y ayudar en el tratamiento contra algunos tipos de cáncer. Pero la industria tiene un potencial mucho más versátil. Con el cáñamo se puede fabricar papel, materiales de construcción y empaque, alimentos para personas y animales, biocombustibles y bioplásticos. Precisamente el estado de Nuevo México tiene muchas esperanzas en los plásticos biodegradables a partir del cáñamo ya que el potencial sería enorme.
Aunque como ya hemos dicho, la gran mayoría de las personas están cultivando cáñamo para el CDB, los científicos estuvieron cultivando cáñamo para desintoxicar los campos contaminados cerca de Chernobyl en la década de 1990, y posteriormente fue cultivado para remediar la radiación en los suelos alrededor de la central nuclear de Fukushima, en Japón. Por lo tanto, se podría usar el cáñamo para limpiar los residuos radiactivos en los suelos alrededor del Laboratorio Nacional de Los Álamos.
Las plantas de cáñamo son bioacumuladores que generan fitoalexinas, que operan como un sistema de defensa de la planta y que eliminan los contaminantes del suelo. De hecho, es muy normal ver plantas de cannabis creciendo alrededor de desechos industriales.
Los que abogan por el cáñamo opinan que la fitorremediación es un método eficaz y ecológico de restauración ambiental y una alternativa a otros procesos que son más destructivos para el suelo.
Los expertos están de acuerdo en que Nuevo México está preparado para convertirse en el mayor productor del país en la industria del cáñamo. Por una parte, el clima semiárido es perfecto puesto que tiene una humedad baja que reduce la amenaza de moho, un hongo que puede destruir un cultivo. Nuevo México puede ser el nuevo “El Dorado” para la economía de Nuevo México y lo que nadie duda es que podría ser el estado productor de cáñamo número 1 en el país.