Los vehículos utilizarán combustible de cáñamo en un futuro muy cercano porque los combustibles fósiles se agotan y además ya es hora de respetar al planeta Tierra
Todos sabemos que los combustibles fósiles son finitos y también sabemos el impacto tan negativo que tienen sobre el medioambiente y la calidad del aire que respiramos. Los vehículos utilizarán combustible de cáñamo porque con las semillas de esta planta se puede generar el biocombustible más barato y eficaz que existe.
Cada día es más urgente encontrar un sustituto sostenible del petróleo. En 2010, investigadores de la Universidad de Connecticut demostraron que el aceite de las semillas de cáñamo es una fuente viable para hacer biodiesel, un combustible derivado de la “biomasa”, es decir, residuos de material vegetal o animal.
¿Quién hubiera imaginado que esta humilde planta fuera tan versátil? Lo mejor del combustible a base de semillas de cáñamo es precisamente que solo se necesitan las semillas y todavía queda el resto de la planta para todos los usos que tiene esta planta única. Desde hace miles de años, el cáñamo industrial se ha cultivado en todo el mundo por el valor de sus tallos y fibras, con los que se pueden fabricar cuerdas, ropas, papel, material de construcción, bioplástico, etc.
Durante miles de años, el cáñamo industrial se ha cultivado en todo el mundo por el valor de sus tallos y fibras, con los que se pueden fabricar cuerdas, ropa, papel, material de construcción, bioplástico, etc. Un agricultor que cultive cáñamo para fabricar cualquiera de los productos que hemos enumerado, también puede obtener el combustible de cáñamo necesario para abastecer las necesidades de su granja. El cáñamo fue y volverá a ser el cultivo del futuro.
En 2010, investigadores de la Universidad de Connecticut descubrieron que el aceite de semilla de cáñamo industrial es una fuente viable de biodiesel. Estos investigadores probaron el cáñamo en el laboratorio de biocombustibles especializado de la universidad en el centro de Ciencias e Ingeniería Ambiental. Para convertirlo en biodiesel se emplearon un proceso conocido como transesterificación, que es una reacción química entre las grasas vegetales o animales y el alcohol.
Los investigadores de la Universidad de Connecticut descubrieron que el cáñamo tiene una capacidad de conversión en biodiesel extraordinariamente alta ya que el 97% del aceite de cáñamo fue convertido en biodiesel que puede ser utilizado en cualquier motor diesel convencional. Además se quemó a una temperatura más baja que cualquier otro biodiesel de los que actualmente encontramos en el mercado, como biodiesel de soja, aceitunas, cacahuete y colza. Ante semejante perspectiva es normal pensar que en breve los vehículos utilizarán combustible de cáñamo.
Debate sobre alimentos de cáñamo Vs combustible de cáñamo
Una de las cuestiones más importantes sobre los biocombustibles es la polémica sobre si las tierras de cultivo deben ser utilizadas para “cultivar” combustible o si deben ser empleadas para cultivar alimentos para las personas. ¿Alimentos o combustibles? Esta es la cuestión. Pero el cáñamo queda fuera de este debate porque tiene la capacidad de crecer muy bien en suelos pobres e incluso absolutamente infértiles, permitiendo que las tierras de calidad se reserven al cultivo de alimentos.
Sostenibilidad
El cáñamo necesita un mínimo de agua y fertilizantes y ningún pesticida para dar grandes cosechas. Muy pocas enfermedades le atacan y crece muy rápidamente. Se cultiva en climas calurosos o templados, lo cual significa que puede ser cultivado en casi todo el planeta. Además es muy versátil ya que si solo necesitamos las semillas para hacer biodiesel, dispondremos del resto de la planta para fabricar otros productos, con lo cual no se desperdicia nada en el proceso de producción.
También es muy versátil porque si solo necesitamos las semillas para hacer biodiesel, tendremos el resto de la planta para fabricar otros productos, lo que significa que no se desperdicia nada en el proceso de producción. Una parte importante de la mala calidad del aire que se respira en las grandes ciudades se debe a las emisiones de CO2 de los automóviles. El combustible de cáñamo es un sustituto viable y de bajas emisiones en comparación con los combustibles a base de petróleo. El diesel típico contiene mucho azufre, lo que genera emisiones de óxido de azufre, algo que no ocurre con el biodiesel.
Una parte importante de la mala calidad del aire que se respira en las grandes ciudades se debe a las emisiones de CO2 de los coches. El combustible de cáñamo es un sustituto viable y de bajas emisiones comparado con los combustibles a base de petróleo. El diesel típico contiene mucho azufre, lo cual conlleva emisiones de óxido de azufre, algo que no sucede con el biodiesel.
La planta de cáñamo es un recurso neutro en carbono que absorbe el dióxido de carbono más rápidamente que los árboles, al tiempo que reabsorbe la emisión de cualquier CO2 causado por la combustión de biodiesel mediante el proceso de fotosíntesis. Por otra parte, el cultivo de cáñamo mejora la calidad de cualquier suelo.
¿A qué esperamos?
El estudio sobre el cáñamo como biodiesel se había hecho hace casi una década. ¿A qué esperamos para cultivar cáñamo a gran escala y minimizar el impacto de los combustibles? Hay que entender que los Estados Unidos han sido líderes en materia de investigación industrial. Pero el cultivo regulado de cáñamo industrial se legalizó en el país en 2018 con la aprobación de la Ley de Cultivo de Cáñamo (Farm Bill) gracias al Presidente Trump, mediante la cual el cáñamo fue legalmente reconocido como un producto agrícola más. Durante 70 años el cáñamo no ha podido ser cultivado de forma legal y esta es la razón de que no haya sido posible fabricar biodiesel de cáñamo a gran escala.
Todavía no disponemos de la infraestructura para producir biocombustibles de cáñamo y se necesitan más recursos y tiempo para la innovación y el desarrollo del cáñamo como biocombustible para mitigar algunos de los inconvenientes que han surgido. La sociedad necesita aproximadamente un 50% más de biocombustible para crear la energía equivalente a los combustibles fósiles, lo que requiere un tratamiento previo del cáñamo y un proceso más largo y costoso. Pero estos problemas se solucionan con inversión y desarrollo tecnológico. Y gracias a la nueva legislación y una actitud innovadora, con suerte en los próximos años veremos un desarrollo sin precedentes en materia de biocombustibles y los vehículos utilizarán combustible de cáñamo en vez de combustibles fósiles.
Por otra parte, hace ya años que los científicos encontraron en el cáñamo un componente más ligero que permite la construcción de automóviles menos pesados, lo cual permite ahorrar combustible durante su uso. Además, al ser una fibra de origen vegetal, es renovable y tiene un costo energético menor, en comparación con otras fibras sintéticas. También es más barata y es menos dañina para el medio ambiente al ser biodegradable. Su resistencia excepcional y sus propiedades como aislante, hacen que su utilización en coches de alta gama en Europa sea algo habitual desde hace algunos años.
Una conocida empresa francesa usa toneladas de bioplástico de cáñamo en los diseños de modelos de coches de alta gama. Estos incorporan fibra de cáñamo en sus tableros y paneles de puertas. El cáñamo tiene una fibra que, al mezclarse con resinas plásticas como el polipropileno, se convierte en un material muy resistente y ligero. En nuestro artículo “El plástico de cáñamo versus el plástico de petróleo” explicamos las ventajas del uso del plástico de cáñamo frente al plástico del petróleo.
Las más prestigiosas marcas de automóviles hace años que se unieron al uso de bioplástico de cáñamo en sus modelos de alta gama. Algunos incluyen puertas compuestas por fibras orgánicas cáñamo junto a su carrocería.
