Palestina quiere convertirse en el primer país de Oriente Medio que legalice la producción, venta y consumo de cannabis
En la actualidad el Estado de Palestina está compuesto por Cisjordania y la franja de Gaza. En realidad, hasta el año 1967, el territorio de Palestina era mucho más grande. Pero después de llamada “guerra de los 6 días”, Israel ocupó ilegalmente la orilla oeste del río Jordán, que es la más productiva agrícolamente, y muchas más zonas.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha declarado en más de una ocasión que Palestina va a legalizar el cultivo, venta y consumo de cannabis. Además, Abbas hace estas declaraciones mientras se fuma un porro que ha liado con papel de fumar decorado con los colores de la bandera palestina.
La situación es complicada porque aunque Mahmoud Abbas gobierna en Palestina, no podemos olvidar que el partido político que mayor oposición hace al partido gobernante, La Autoridad Palestina, es Hammas, un grupo fundamentalista islámico que no parece estar de acuerdo con esta medida.
La medida que propone Abbas tiene mucha lógica ya que, de acuerdo con sus palabras, con los impuestos fiscales y el aumento de los ingresos por exportaciones, se podrían arreglar los campamentos de refugiados de Cisjordania y construir casas para sus residentes que, en la actualidad, viven en condiciones deplorables. Y también se podría ayudar a los refugiados de la franja de Gaza, cuyas condiciones de vida son incluso peores que las de los refugiados de Cisjordania.
La noticia fue recibida con enorme júbilo por miles de palestinos. Un cultivador de 40 años de Jericó llamado Farid manifestó que tan solo esperaba que los amantes de la buena marihuana probaran sus variedades cultivadas en hidroponía. Farid ha desarrollado sus propias genéticas, probablemente con variedades procedentes del Líbano. Concretamente ha creado dos genéticas llamadas Al-Aqsa Gold y Arafat’s Poison, en honor a la mezquita de Al-Aqsa y del antiguo líder de la Organización para la Liberación de Palestina, Yaser Arafat.
Otro cultivador de marihuana de Cisjordania no podía contener su alegría y decía que desde el momento en que se legalice la marihuana, en vez de volar los cuerpos de los soldados del ejército israelí con bombas pensaba hacer volar sus mentes con las variedades Hebron Haze y la Super Suicide Brain; también genéticas desarrolladas en Palestina.
El hecho de que existan variedades con nombres propios en Palestina implica que hay afición entre los ciudadanos al cultivo de marihuana. Sin embargo, a quienes no parece gustar la idea de la legalización del cannabis en Palestina es a los israelitas.
En efecto, el lobby de la Unión de Cultivadores de Marihuana Médicos Israelíes y el Primer Ministro Benjamin Netanyahu han prometido hacer lo que sea posible para poner freno a la política sobre marihuana de Abbas.
El comandante central de las FDI, general Nisan Ya’alon, fue más lejos cuando manifestó que los palestinos jamás lograrán cultivar una marihuana de calidad mientras los israelitas sigan controlando la gran mayoría de los recursos de tierras y aguas de Cisjordania, y que además, no les iban a permitir transportar por tierra los cruces fronterizos del territorio para la exportación de la marihuana.
Los grupos de colonos israelitas que expulsan a los palestinos de sus casas y territorios se dedican a talar sistemáticamente los olivos de los palestinos para obligarles a abandonar sus granjas. Cuando se enteraron de la intención de la Autoridad Palestina de legalizar el cultivo de marihuana en sus territorios, dijeron que estaban contentos porque desde ese momento en adelante se dedicarían a talarles los olivos, destruir sus propiedades y a robarles la marihuana. “Gracias Abbas” , dijo un líder de los colones perteneciente a la Hilltop Youth.
Israel asegura que Cisjordania es un territorio “disputado”. Pero la realidad es que es un territorio ocupado y por ese motivo cada día los colonos israelitas roban más tierras a los palestinos. La Corte Internacional de Justicia, la Asamblea General de Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas afirman que Israel es una “potencia ocupante” e instan al estado judío a retirarse de los territorios ocupados ilegalmente. Pero Israel no hace ningún caso y continúa ocupando los territorios palestinos.