Marihuana durante el embarazo y en la adolescencia. Aunque todavía no hay suficiente investigación, algunos estudios concluyen que la marihuana tiene efectos nocivos en el cerebro del feto y en adolescentes
Marihuana durante el embarazo. Funcionarios federales de salud advirtieron la semana pasada sobre los riesgos de la marihuana en adolescentes y mujeres embarazadas. El presidente Donald Trump ha donado 100000 dólares para investigar sobre los riesgos. El Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, y el Cirujano General Jerome Adams, advirtieron sobre los peligros de la “nueva marihuana” en los cerebros que aún no están desarrollados.
Adams dijo que la marihuana es dañina para el cerebro en desarrollo de los adolescentes y para el feto humano porque el cannabis se ha fortalecido, con un aumento de tres veces en la concentración del ingrediente activo THC en plantas cultivadas en los últimos 20 años.»Esta no es la marihuana que fumaban tus padres hace años”, dijo Adams.
Por su parte, la Asociación Médica Estadounidense desaconseja el consumo de marihuana en adolescentes, mujeres embarazadas y mujeres que están amamantando.
El Cirujano General, Jerome Adams, dijo que su opinión es el resultado de una investigación científica que asegura que el consumo de marihuana es un riesgo para el cerebro en desarrollo.
Las autoridades federales dicen que temen que la tendencia hacia la legalización pueda hacer que sea más atractivo para los adolescentes probar la marihuana. Es una droga de uso común entre los jóvenes, dijeron, junto con el alcohol y los cigarrillos electrónicos. Ningún estado permite el uso recreativo de marihuana en adolescentes.
Esta opinión se contradice con otros estudios demoscópicos que aseguran lo contrario. Os recomendamos leer el artículo que publicamos hace poco llamado “Los adolescentes consumen menos cannabis en los estados donde es legal”. Porque lo prohibido tiene un gran efecto imán para los adolescentes y la legalización le resta atractivo ante sus ojos.
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Los estados que han legalizado la marihuana medicinal, generalmente permiten el uso por parte de menores con el consentimiento de un tutor legal y la certificación de un médico. Adams cree que para los adolescentes conlleva riesgo de afectar el desarrollo del cerebro. El abuso de marihuana por parte de los adolescentes puede afectar a ciertas partes del cerebro relacionadas con la atención, la memoria, la toma de decisiones y la motivación.
La marihuana es la sustancia ilegal que las mujeres embarazadas usan con más frecuencia. Algunas mujeres la consumen para aliviar las náuseas matutinas. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos y la Academia Estadounidense de Pediatría aconsejan a las mujeres que no consuman marihuana durante el embarazo. El subsecretario de salud, Brett Giroir, cree que las mujeres embarazadas que consumen marihuana para aliviar las náuseas matutinas deben dejar de hacerlo.
El Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA) del gobierno financia la investigación sobre el uso de marihuana en el embarazo, incluido uno que incluye a mujeres que han decidido seguir consumiendo cannabis para tratar las náuseas matutinas a pesar de las advertencias.
La directora del NIDA, Nora Volkow, dice que aunque algunos estudios sugieren que la marihuana puede ser dañina para el cerebro en desarrollo, todavía no disponen de evidencias concluyentes, a pesar de que ella apoya la tesis del cirujano.
Cuando Amy Smith decidió tener un bebé hace unos años, lo primero que se preguntó es que iba a hacer con su consumo de marihuana. Smith había pasado mucho tiempo con el ejército americano en Irak y regresó con un fuerte estrés postraumático. Sus médicos le dijeron que tomara 22 píldoras al día para ayudarla a dormir y calmar su depresión y ansiedad. Smith dejó todos los medicamentos recetados y comenzó a automedicarse con cannabis. Smith dice que el resultado fue fantástico y decisivo en su vida cotidiana, ya que le ayudó a levantarse de la cama y a no sentirse aterroriza cada vez que tenía que salir de su casa.
En 2014, Smith quedó embarazada de su primer hijo. Tras hablar con su médico y su marido, decidió usar marihuana 4 a 5 veces por semana durante el embarazo y la lactancia. Ella decidió que 22 pastillas al día eran peor para la salud de su feto que un consumo moderado de marihuana.
La investigadora Kelly Young-Wolff de la División de Investigación de Kaiser Permanente del Norte de California, dice que hay muchas preocupaciones sobre el uso prenatal de marihuana y el riesgo de efectos adversos en el feto. Kelly dice que aunque los efectos del consumo prenatal de cannabis en la salud son complejos y no se comprenden bien, no se ha demostrado que ninguna cantidad de cannabis sea segura durante el embarazo.
A pesar de eso, Smith es parte de un creciente grupo de mujeres que han decidido continuar consumiendo cannabis durante el embarazo porque opinan que los efectos del THC sobre el feto no pueden ser tan nocivos como la ingesta de 22 pastillas al día. Aparte de su esposo, ella no le dijo nada a nadie por miedo a las consecuencias legales.
No existe un sistema de detección oficial a nivel estatal o federal sobre el consumo de marihuana durante el embarazo en los Estados Unidos. En muchos estados, el uso de sustancias durante el embarazo es suficiente para hacer un informe de abuso o negligencia infantil.
California es una excepción a esta norma. Y la mejor evidencia sobre el uso de marihuana durante el embarazo proviene de Kaiser Permanente Northern California, el único gran sistema de atención médica en los Estados Unidos que examina a todas las mujeres embarazadas para el uso prenatal de marihuana como parte del cuidado prenatal estándar por toxicología de orina y autoinforme . Esto significa que tienen una forma objetiva de medir si está aumentando o disminuyendo el consumo de marihuana entre las mujeres embarazadas.
En un estudio de esos datos concluyeron que el número de las mujeres embarazadas que consumían marihuana era el doble de lo que ellas reconocían. No está claro cómo el consumo de marihuana por parte de una mujer embarazada podría afectar al feto, pero lo que sí está claro es que la futura mamá podría tener serios problemas legales en algunos estados.
Shakira Kennedy tenía 27 años cuando descubrió que iba a tener gemelos. Aunque la mayoría de las mujeres experimentan náuseas matutinas en su primer trimestre, el ciclo implacable de náuseas y vómitos de Shakira Kennedy era tan severo que tuvo que acudir a urgencias varias veces durante su embarazo. Tuvo que ser tratada por varios problemas de salud, incluida la deshidratación y la incapacidad de retener los alimentos. Shakira Kennedy perdió alrededor de 30 kilos de peso durante el primer trimestre de embarazo y estaba tan cansada que incluso llegó a desmayarse una vez en el tren mientras llevaba a su hija de seis años a la escuela. Probó diferentes medicamentos recetados pero ninguno funcionó. Desesperada recurrió al cannabis.
Kennedy cuenta que había fumado marihuana recreativamente cuando era más joven y descubrió que le ayudaba con varias dolencias, desde la falta de apetito hasta el estreñimiento, y esperaba que ahora pudiera ser útil para tratar los síntomas asociados con el embarazo. Con las licencias de marihuana medicinal de Nueva York típicamente reservadas para aquellos con cáncer o enfermedades crónicas, Kennedy tuvo que comprar la marihuana a través del mercado ilegal. Compró la marihuana, la fumó y le ayudó mucho.
En una de las visitas prenatales de Kennedy, admitió haber usado marihuana para aliviar sus síntomas debilitantes. La sometieron a pruebas de drogas y los resultados fueron positivos. Le dijeron que el resultado positivo se registraría en su archivo médico, y ella pensó que no tendría más consecuencias. Sin embargo, cuando volvió al hospital para dar a luz a sus gemelos unos meses más tarde, a sus bebés se les hicieron pruebas de drogas para detectar diferentes sustancias, desde cocaína hasta metanfetamina. Según los resultados de la prueba ambos bebés dieron negativo a cannabinoides, así como para cualquier otra droga.
Kennedy creyó que aquello era un caso cerrado. Pero poco tiempo después la Administración de Servicios para Niños de Nueva York (ACS) presentó una petición por negligencia contra Kennedy en el Tribunal de Familia de Brooklyn, alegando que usaba marihuana mientras estaba embarazada de sus gemelos y cuidaba a su hija. Kennedy recibió la orden de someterse a controles de drogas aleatorios en curso. ACS la sometió además a inspecciones de la vivienda y le exigió que asistiera a un programa de tratamiento de drogas, así como a una clase para padres.