Investigadores de la Universidad de Nuevo México encuentran evidencias sólidas de que la flor del cannabis reduce significativamente el dolor
Los Estados Unidos están viviendo una epidemia de opiáceos sin precedentes ya que los que padecen dolor crónico severo no disponen de analgésicos alternativos a excepción del cannabis. Las conclusiones del reciente estudio de la universidad de Nuevo México (UNM) son taxativas: el consumo de flor de cannabis baja el umbral del dolor en tres puntos en una escala que va del 1 al 10.
El estudio, titulado» La efectividad del tratamiento médico autodirigido del cannabis para el dolor «, ha sido publicado en la revista Complementary Therapies in Medicine.
Los investigadores han utilizado los datos recopilados por la aplicación Releaf App, un programa de software móvil donde los consumidores de marihuana pueden controlar los efectos y beneficios en tiempo real de los diferentes productos con cannabis que están disponibles en el mercado. En los Estados Unidos hay una gran variedad de productos de cannabis, dada la complejidad de la planta de la que provienen estos productos. Un estudio confirma que la flor de cannabis es un medicamento analgésico efectivo para el tratamiento del dolor.
El dolor crónico es una pandemia. Afecta a más del 20 por ciento de las personas adultas. No disponiendo de medicamentos alternativos sin efectos secundarios adversos, el cannabis se posiciona como la opción más segura y efectiva para combatir el dolor crónico ya que los opiáceos matan a más de 115 estadounidenses al día.
El dolor es el problema de salud que más dinero cuesta a los ciudadanos. Los tratamientos con opiáceos implican costes financieros que sobrepasan a los costes de los tratamientos de enfermedades del corazón y el cáncer.
En los Estados Unidos se prescriben muchos más opiáceos que cannabis. Muchos pacientes acaban recurriendo al mercado negro en busca de heroína por culpa de esta epidemia producida por nosotros mismos. La adicción a los opiáceos no distingue entre clases sociales, razas o religiones. Estamos ante una epidemia cuyo origen se basa en la lucha contra el dolor crónico mientras que el cannabis, cuya capacidad analgésica está ampliamente demostrada y que no produce adicción, no es prescrito por muchos médicos.
Jacob Miguel Vigil, uno de los principales investigadores del estudio, explica que el cannabis proporciona al paciente una alternativa efectiva al uso de opiáceos para el tratamiento del dolor con muy pocos efectos secundarios negativos para la mayoría de las personas.
La aplicación Releaf ha sido la única aplicación disponible de forma gratuita para educar a los consumidores sobre cómo los diferentes tipos de productos de cannabis, como por ejemplo flores secas o concentrados, especies de cannabis (Indica, Sativa o híbrido), y los principales cannabinoides (THC y CBD) afectan a sus síntomas, proporcionando al usuario comentarios de enorme valor sobre su estado de salud, y opciones de medicamentos, medidos en base al alivio proporcionado y los efectos secundarios.
Releaf permite a los investigadores del cannabis eludir las limitaciones de los ensayos clínicos subvencionados por el gobierno sobre los efectos en tiempo real de la planta. Las investigaciones sobre el cannabis en general y sobre el cannabis como analgésico en particular, son escasos y están limitados por regulaciones federales. No podemos olvidar que el cannabis es una sustancia controlada del Anexo I, sin ningún uso médico federalmente reconocido y un alto potencial de abuso. La ley obliga a que los investigadores utilicen productos de cannabis de baja calidad y baja potencia suministrados por el Instituto Nacional de Abuso de Drogas.
Sarah Stith, coautora del estudio del reciente estudio sobre el efecto analgésico de la flor del cannabis de la Universidad de Nuevo México, afirma que sería un adelanto reprogramar el cannabis para pasarlo del Anexo I al Anexo II para clasificarlo como el fentanilo o la oxicodona en lugar de cómo la heroína. La reprogramación permitiría mejorar la investigación. Para ello la DEA tiene que reconocer las propiedades médicas del cannabis y sus propiedades como ha quedado demostrado en los programas de cannabis medicinal de varios estados del país.
Los autores del estudio concluyeron que las personas que consumieron flores secas de marihuana con niveles altos de THC tuvieron mejores resultados analgésicos que las personas que consumieron flores secas con niveles bajos de THC y altos en CBD. El cannabidiol produjo menos cambios en la intensidad del dolor.
Jacob Miguel Vigil concluye que el cannabis tiene diferentes cannabinoides con propiedades analgésicas además del THC, como los terpenos y los flavonoides que actúan sinérgicamente en los pacientes que consumen la flor de cannabis seca entera.
Los resultados del estudio confirman que el cannabis es un medicamento efectivo para aliviar el dolor. Xiaoxue Li, el autor principal del estudio, asegura que ha visto a muchos pacientes sustituir los opiáceos por el cannabis medicinal. El uso de cannabis para aliviar el dolor tuvo un gran éxito en el 95 por ciento de los casos.
El cannabis tiene propiedades antiinflamatorias, lo cual es analgésico, y además activa los receptores “colocalizados” con los receptores opiáceos en el cerebro.
El cannabis con alto contenido de THC mejora el estado de ánimo lo cual distrae a los pacientes de la sensación de dolor.
Teniendo en cuenta que los opiáceos matan a miles de estadounidenses cada año, el cannabis puede ser un valor seguro para los pacientes. El uso crónico de opiáceos destruye la calidad de vida de los usuarios y les provoca aislamiento social y una muerte temprana. El consumo de cannabis implica una reversión de todos esos efectos adversos de los opiáceos.