El Informe Mundial sobre Drogas 2019 informa de que más de 200 millones de personas consumen cannabis
Es complicado investigar sobre el consumo de cannabis y sus efectos ya que es una sustancia prohibida en la mayoría de los países. Canadá y Uruguay han legalizado la hierba y lo mismo ha sucedido en algunos estados de los EE.UU.
Hay mucho desconocimiento sobre el verdadero estatus legal del cannabis en países como EE.UU. o los Países Bajos. Las regulaciones legales en estos países son inconsistentes y la investigación es insuficiente e incluso contradictoria en algunas ocasiones.
La realidad es que el cannabis es la sustancia recreativa (ilegal o legal) de la que más consumo se hace en todo el mundo. Más de 200 millones de personas fuman marihuana según el Informe Mundial sobre Drogas 2019, y este número está aumentando. ¿Esto es bueno o es malo? La respuesta es de difícil respuesta teniendo en cuenta la inconsistencia de las leyes globales y disponiendo de pocos estudios de investigación y, en consecuencia, poca evidencia concreta de sus efectos a largo plazo.
La inconsistencia de las leyes se hace especialmente patente en los Estados Unidos. Cualquier ciudadano de Colorado, estado en el que el cannabis se legalizó en el año 2012, puede comprar marihuana de forma legal en un dispensario siempre que disponga de un documento de identificación y sea mayor de 21 años. Esa persona cruza la frontera del estado para ir a Kansas y se enfrenta a un estatus legal completamente diferente. Los consumidores de cannabis en Kansas pueden verse arrestados y enfrentarse a penas de prisión y elevadas multas.
No es fácil llegar a conclusiones legales, morales y científicas cuando la misma sustancia es legal o ilegal dependiendo de a qué lado de la frontera estés. Estados Unidos no es el único país con una regulación legal contradictoria.
La Unión Europea tiene las tasas más altas de jóvenes que consumen cannabis. Cada estado miembro tiene la potestad de decidir sobre sus políticas de drogas. Al igual que sucede en los Estados Unidos, no hay una legislación homogénea general para regular el cannabis en toda la Unión Europea. En los Países Bajos puedes fumar marihuana en algunas cafeterías (coffee shop) sin tener problemas legales. La misma conducta en países del entorno es castigada con sanciones legales que incluso implican tiempo en la cárcel y multas importantes.
Thomas Pietschmann, investigador de drogas de la ONU y coautor del Informe Mundial sobre Drogas 2019, opina que aunque la situación de los Estados Unidos y los estados de la Unión Europea puede parecer comparable, la realidad es diferente.
La marihuana no es totalmente legal en los Países Bajos. Solo se puede vender y fumar en cafeterías designadas a tal propósito. Es cierto que el cannabis está despenalizado, por lo que las personas no pueden ir a la cárcel por fumar un porro en público, algo que no podemos decir de Kansas, por ejemplo. El propósito de los coffee shops no es promover el consumo de cannabis sino regularlo y limitarlo a determinados espacios.
Es complicado construir una opinión pública sobre el cannabis mientras sea legal o ilegal con tan solo pasar una frontera.
Desde la despenalización del consumo en la década de 1970, el consumo de cannabis en los Países Bajos se ha mantenido estable. El gobierno holandés ha intentado frenar el consumo de marihuana con la implementación de leyes, prohibiendo su publicidad y restringiendo su venta solo a ciudadanos holandeses mayores de 18 años. Estas leyes son consecuencia de un intento de “lavado de cara” cuando la aparición de «turistas de la marihuana” se convirtió en un asunto molesto para algunos ciudadanos holandeses.
Despenalización no es lo mismo que legalización. En nuestro artículo “Los adolescentes consumen menos cannabis en los estados donde es legal” hacemos referencia a las últimas investigaciones que demuestran que el consumo de cannabis en adolescentes se ha reducido alrededor de un 10% en aquellos estados en los que la marihuana recreativa es legal.
La despenalización del consumo de cannabis de los Países Bajos es parecida a la que se ha producido en la mayoría de los estados miembros de la Unión Europea. Las políticas de drogas en la Unión Europea se basan en la reducción de daños después de la aparición del HIV en la década de 1980. Aunque en los Estados Unidos se criminalizó la mayoría de las formas de drogas, los estados miembros de la Unión Europea implementaron políticas de reducción de daños.
En los Estados Unidos los reguladores de drogas han cambiado su posición con el paso del tiempo. En las décadas de los sesenta y setenta, las actitudes hacia la marihuana eran muy permisivas. Esta situación cambió en la década de 1980 con la llamada «guerra contra las drogas», iniciada por el presidente Ronald Reagan, que comenzó a implementar políticas de tolerancia cero. Cualquier persona arrestada por posesión de sustancias prohibidas podía ser encarcelada.
En la década de 1990 la marihuana perdió parte de su estigma y creció la aceptación social de la hierba. En 2008 empezaron las primeras campañas a favor de la legalización del cannabis medicinal. La marihuana medicinal se legalizó y la hierba comenzó a despenalizarse. Finalmente llegó la legalización de la marihuana para uso recreativo para adultos en algunos estados y países.
Mientras el consumo de cannabis aumenta a nivel global, los adolescentes de los estados en los que es legal consumir marihuana para uso recreativo consumen hasta un 10% menos que antes.
Pietschmann, quien también está encargado de investigar sobre drogas como la heroína y el fentanilo, no está preocupado por las personas mayores de 18 años que fuman porros de marihuana mientras lo hagan sin abusar. El alcohol es una sustancia legal que implica muchos más riesgos que el cannabis.
Es cierto que a nivel global los jóvenes mayores de 25 años consumen más cannabis que antes. Pero como ya hemos dicho, los adolescentes fuman menos en los estados en los que la marihuana para uso recreativo es legal.
Pietschmann concluye que con la introducción de la marihuana en el sector privado, el cannabis actual tiene mayor contenido de THC. Esto puede tener efectos perjudiciales para la sociedad estadounidense. Antes, gran parte de la marihuana exportada a los Estados Unidos provenía de granjas mexicanas y la hierba consumida tenía aproximadamente un 5 o un 6 por ciento de THC. La tecnología ha revolucionado el sector y ahora se obtienen cepas con más de un 20% de THC, con lo que la tolerancia de las personas a la marihuana que se cultiva ha disminuido.
Es difícil tener una opinión sólida sobre una sustancia que se vuelve ilegal después de cruzar una frontera. Algunos gobiernos legalizan el consumo mientras que otros envían a sus usuarios a la cárcel. ¿Cómo podemos sacar conclusiones e investigar más?
Para poder sacar conclusiones reales, la marihuana debería estar legalizada en todos los países. Mientras sea legal aquí e ilegal allí, siempre habrá mercado negro y todos sabemos que lo prohibido tiene un efecto de imán entre los adolescentes.
Es lógico que aumente el consumo de cannabis entre ciudadanos que se sienten libres para consumir y comprar. Lo que sería verdaderamente preocupante es que aumentara el consumo de alcohol y opiáceos, que es lo que ha sucedido en los estos en los que el cannabis sigue siendo ilegal.
Según el Informe Mundial sobre Drogas 2019, 200 millones de personas consumen cannabis. ¿Cuántas personas consumen alcohol, fuman tabaco y/o consumen opiáceos? Porque muchos de los esos 200 millones de consumidores son personas que sustituyeron los opiáceos por el cannabis.