Cannabis y armas de fuego en los EEUU

Cannabis y armas de fuego en los EEUU

¿Se puede portar un armas de fuego y ser consumidor legal de cannabis?

Eres un ciudadano que vive en un estado donde el cannabis es legal. En la actualidad el cannabis medicinal ahora es legal en 33 estados, 11 de los cuales también lo han legalizado para uso recreativo. Digamos que te acoges a esta realidad jurídica y consumes cannabis, ya sea para fines recreativos o por razones médicas. Y decides comprar un arma.

Te enfrentas a un dilema porque, para comprar un arma, primero debes rellenar el Formulario 4473, el documento de verificación de antecedentes federal emitido por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).

La pregunta 11e de ese formulario te pide que asegures que no eres un usuario ilegal o adicto al cannabis o cualquier estimulante, narcótico o cualquier otra sustancia controlada.

Para el gobierno federal, la posesión de armas y el uso de drogas, incluido el uso de cannabis legal en el estado, son mutuamente excluyentes. Los consumidores de cannabis que optan por mentir e ignorar la postura federal lo hacen bajo su propio riesgo, porque mentir en el Formulario 4473 puede implicar hasta cinco años en una prisión federal.

Y debido al incremento del apoyo social a las verificaciones de antecedentes, la probabilidad de que los compradores de armas sean procesados ​​por mentir en el Formulario 4473 está creciendo. Si bien la posibilidad es pequeña, todavía existe, y no solo como una abstracción: dos personas en el estado de Maine ya han sido encarcelados por este cargo.

Mientras cada día más estados legalizan el uso del cannabis se plantea un conflicto entre el derecho federal a utilizar armas de fuego garantizado por la segunda enmienda de la Constitución y el derecho a consumir cannabis en algunos estados.

El año pasado un médico de Pennsylvania que consumía y prescribía marihuana medicinal demandó al gobierno de los Estados Unidos cuando se le denegó la compra de un revólver para autodefensa por ser usuario de marihuana medicinal. Este médico basó su demanda en el hecho de que se estaba violando su derecho a portar un arma de fuego reconocido en la segunda enmienda de la constitución de los Estados Unidos.

Ese médico, Matthew Roman, de 34 años, intentó comprar un revólver Smith & Wesson 638 de cinco disparos. Sin embargo, cuando el vendedor de armas le preguntó a Roman si consumía marihuana, Roman le respondió la verdad: dijo que sí, y el vendedor se negó a venderle el arma.

El abogado del estado concluyó que la segunda enmienda no protege a quienes eligen tomar drogas que alteran la mente de manera ilegal y además quieren seguir haciéndolo. Recordemos que el cannabis sigue siendo ilegal a nivel federal.

Sin embargo, el asunto es más complicado. Al menos un estado ha legalizado que los usuarios de marihuana medicinal posean armas. Pero la cuestión más importante es si es una buena idea permitir el uso de cannabis y además poseer un arma de fuego. La legalización del cannabis es una realidad en algunos de los estados más conservadores que están claramente a favor del uso de armas de fuego. Por ejemplo, Oklahoma tiene una industria de marihuana medicinal muy importante y sin embargo, el gobernador firmó una ley para proteger el derecho de los residentes de Oklahoma de comprar marihuana y poseer armas.

En Texas, que es un estado reacio a modificar las leyes de marihuana medicinal, un veterano de la guerra de Irak adquiere el cannabis en el mercado negro y de esta manera puede seguir comprando armas.

La ley de Oklahoma es un ejemplo del conflicto existente entre las leyes federales sobre armas de fuego y la marihuana. La legalización del cannabis medicinal ha sido una forma de acabar con el estigma y la demonización de la marihuana. Por esto, Oklahoma opina que es perfectamente compatible el hecho de llevar armas con la marihuana entre los adultos respetuosos con la ley.

Por otra parte, cada día aumenta el apoyo a la investigación de la marihuana medicinal entre los veteranos de guerra. Muchos veteranos afirman que el cannabis les ha ayudado a sobrellevar el síndrome postraumático (TEPT) y la adicción a los opiáceos. La realidad es terrorífica: 20 veteranos se suicidan diariamente, y las investigaciones sugieren que el acceso a las armas aumenta el riesgo de suicidio. Pero también es cierto que muchos investigadores y médicos afirman que el acceso a la marihuana medicinal puede ayudar a reducir los suicidios de veteranos.

Por desgracia, los estadounidenses se han acostumbrado a un mundo en el que los tiroteos son un fenómeno común. Algunos de estos tiradores han sido consumidores de cannabis y otras drogas. Pero por el momento no se ha relacionado el cannabis con estas masacres.

Con toda seguridad un gran número de consumidores de cannabis pueden poseer un arma de manera responsable. Pero las armas que actualmente están fácilmente disponibles en gran parte de los EE. UU. aumentan la posibilidad de que cualquier problema o riña personal se convierta en una terrible matanza y muchos creen que añadir marihuana a la ecuación tal vez exacerbe el problema.

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