La todopoderosa iglesia anglicana invierte un fondo de 10.5 mil millones de dólares en la industria del cannabis
Curiosamente, y aunque pueda parecer una contradicción, religión y cannabis han caminado juntos durante miles de años. No fue hasta que el cristianismo se convirtió en religión oficial del Imperio Romano cuando se convirtió en sustancia no aprobada por las nuevas autoridades religiosas, ya que se comenzó a considerar el consumo de marihuana una herejía. Ahora, la Iglesia Anglicana entra en el negocio.
De hecho, sabemos que durante siglos las flores secas de la marihuana se mezclaban con aceite de oliva virgen y otras hierbas aromáticas para confeccionar un producto llamado “kaneh Bosem”, mencionado en los primeros evangelios encontrados, y que se usaba para inducir al elegido a un especie de trance. Solo después de haber pasado por este ceremonial, el ungido accedía oficialmente al título de “Cristo”, que era un honor tan solo destinado a los sacerdotes y a la nobleza en la tradición judía `previa al cristianismo moderno.
El hinduismo considera al cannabis una planta divina que nos ayuda a contactar con Shiva, el gran creador. Y en el Islam, los antiguos sufíes consumían resina de cannabis para sus ceremoniales.
La relación que normalmente había entre las grandes Iglesias y el prohibicionismo se basa en consideraciones estrictamente políticas. Pero nunca han tenido relación con sus credos.
Es decir, el cannabis ha sido demonizado por las mismas religiones que anteriormente lo utilizaban para sus ceremoniales, en los últimos tiempos. Hay mucha hipocresía, política e intereses económicos en este asunto. Ya lo decía el célebre Don Quijote en una con versación con su querido escudero Sancho Panza: “Con la iglesia hemos topado, amigo Sancho”. Con aquellas escuetas palabras Don Quijote explicaba a Sancho Panza que la Iglesia era la institución más poderosa y corrupta de aquella sociedad.
Pero la realidad es que las grandes iglesias del mundo están gobernadas por el capital, al igual que ocurre con todo el mercado en los distintos países del mundo. Y está demostrado que el cannabis legal da mucho dinero.
La todo poderosa Iglesia de Inglaterra, la madre de la Comunidad Anglicana internacional, liderada en la actualidad por la reina Isabel II, ha decidido invertir parte de su enorme fortuna en cannabis medicinal, que aunque sea legal en el Reino Unido, la verdad es que es prescrito en muy raras ocasiones. ¿Por qué? Por motivos de intereses económicos por parte de la clase política actual.
La Iglesia Anglicana maneja, oficialmente, un fondo de 10,5 mil millones de dólares, para gestionar sus gastos e inversiones en Inglaterra. Sin embargo, puede que la realidad sea diferente. Según el Financial Times, la cantidad asciende a 16 mil millones de dólares.
Según Edward Mason, jefe de inversiones responsables del fondo de los Comisionados de la Iglesia, ellos distinguen entre el cannabis medicinal y el cannabis de uso recreativo. Según Edward Mason, la Iglesia, “en estos momentos”, solo invertirá en el cannabis medicinal.
Otro portavoz de la Iglesia manifestó que tan solo se invertirá en el cannabis medicinal de “compañías tradicionales” que tengan su “licencia adecuada” y productos “»regulados para uso medicinal».
Estas palabras tienen especial relevancia. El portavoz habla de “compañías tradicionales” que tengan su “licencia adecuada” y productos “»regulados para uso medicinal». ¿Qué empresa está trabajando con cannabis medicinal en Inglaterra y qué productos están permitidos? La empresa es GW Pharmaceuticals y los productos son Sativex y Epidiolex. Casualmente, Theresa May y su marido tienen muchas acciones en esta empresa farmacéutica. Y es que en el Reino Unido, Iglesia y Estado van de la mano desde que hace siglos el Rey Enrique VIII se declaró jefe de la Iglesia en el país.
En teoría, la Iglesia Anglicana no descarta invertir en pequeñas empresas de cannabis recreativo. Pero el caso es que, al menos de momento, el cannabis recreativo no es legal.
La Iglesia Anglicana ha previsto invertir un 10 por ciento de sus ingresos en la industria del cannabis. En su informe anual de los comisionados de la Iglesia del año 2018, se advierte de que se trata de invertir en negocios éticos. Y parece que su enfoque para ser un líder en inversiones éticas y responsables mostró excelentes resultados, dice Andrew Brown, Secretario de los Comisionados de la Iglesia.
Saul Kaye, fundador y director ejecutivo de iCAN, con sede en Israel, y CannaTech, empresa de eventos de cannabis con enfoque internacional, expresó su alegría por el hecho de que la Iglesia Anglicana se involucrara porque ayuda a quitar el estigma que el cannabis medicinal sigue teniendo en amplios sectores de la sociedad.
De similar forma opina Boris Blatnik, CEO de KannaSwiss, con sede en Suiza, quién dijo que la implicación de la Iglesia Anglicana en la medicina natural es un gran respaldo a las evidencias científicas de la eficacia del cannabis medicinal en el tratamiento de algunas enfermedades.
¿Cambiará la lamentable situación legal del cannabis en el Reino Unido ahora que la Iglesia quiere su parte del pastel? Puede que sí, porque la situación actual es lamentable. Pero esperemos que sea un cambio a mejor y no seguir manteniendo los negocios privados de la clase política.
Desde luego, como dicen los americanos, “el dinero habla”. Si la Iglesia ve negocio en el cannabis, era cuestión de tiempo que se implicara. Y si no cambia la actual situación legal del cannabis medicinal en este país, Iglesia y Estado seguirán liderando el monopolio de la marihuana medicinal.