Aunque los líderes religiosos de Utah se opusieron firmemente al cannabis, el Estado empieza a implementar la nueva ley de la marihuana medicinal
En Utah, el estado más religioso y conservador del país, el cannabis medicinal va creciendo así como el número de ciudadanos a favor de una ley más amplia de la que se puedan beneficiar un mayor número de pacientes.
Después de que los legisladores de Utah aprobaran una ley de cannabis medicinal en diciembre del año pasado, impulsada por la demanda de los votantes, los funcionarios han tomado las medidas necesarias para la creación de un programa eficaz para pacientes con enfermedades debilitantes.
Al finalizar la sesión legislativa del estado a principios de este año, el gobernador Gary Herbert (Republicano) firmó la ley SB 161 con el objeto de realizar una serie de modificaciones al programa de cannabis medicinal del estado, como por ejemplo, prohibir la discriminación contra pacientes de cannabis en asuntos de tribunales familiares.
El Departamento de Agricultura y Alimentos de Utah informa de que más de 80 agricultores han solicitado la licencia para poder suministrar el cannabis medicinal en el estado. El departamento puede otorgar hasta 10 licencias según la ley actual. El Senado de Utah también ha confirmado que siete médicos formarán parte de la Junta de Uso Compasivo, que se encarga de supervisar el programa. La Coalición de Pacientes de Utah parece estar de acuerdo con la selección.
El 6 de noviembre de 2018, los ciudadanos de Utah votaron a favor de la Proposición 2, que legalizaba el uso cannabis medicinal para pacientes calificados. La ley entró en vigor el 1 de diciembre de 2018 Sin embargo, poco después se realizó una sesión legislativa especial. Los legisladores sustituyeron la ya aprobada Proposición 2 por un proyecto de ley de «compromiso» aceptado tanto por los proponentes como por los opositores de la Proposición 2. La nueva ley incluye restricciones más estrictas en el acceso de los pacientes al cannabis medicinal y un mayor nivel de supervisión estatal.
Los 81 agricultores solicitantes de la licencia para alguno de los pocos lugares codiciados para el cultivo de marihuana medicinal esperan llenar de plantas de cáñamo sus invernaderos en septiembre.
Aunque muchos líderes religiosos se oponen a la marihuana medicinal, lo cierto es que muchos granjeros fervientes cumplidores de los mandatos religiosos se han dado cuenta del gran negocio del cannabis medicinal y además han investigado os beneficios para aliviar el dolor de la planta.
Algunos de los granjeros que esperan obtener la licencia tienen planes más ambiciosos que el mero hecho de cultivar cáñamo. Lo mismo les sucede a algunos cultivadores de fuera del estado, que también quieren poder cultivar en Utah para después procesar el cannabis y obtener aceite de CBD y otros productos relacionados con la planta. Se calcula que los funcionarios estatales comiencen a otorgar hasta 10 licencias más a fines de este mes.
El estado de Utah comenzó recientemente un proceso de concesión de licencias a cultivadores de fuera del estado; algo que no gusta a los productores locales. Uno de ellos dice a los medios de comunicación que eso no puede ser bueno para los cultivadores de Utah.
A algunos solicitantes les preocupa que este hecho beneficie a grandes profesionales del cultivo de cannabis, como por ejemplo “Big Weed”, que provienen de otros estados en los que la marihuana es legal desde hace tiempo y, por lo tanto, tienen mucha experiencia. La solicitud de una licencia de cultivo cuesta 2500 dólares y las presentaciones tienen cientos de páginas. Los afortunados que consiguen una licencia pagan 100000 dólares cada año para poder seguir teniéndola y además tienen que comprar toda las herramientas e instalaciones, que pueden llegar a costar millones.
Los funcionarios del Departamento de Agricultura aseguran que tienen en cuenta a la hora de conceder las licencias a los solicitantes con vínculos comunitarios cuando estudian las solicitudes. Ocho aplicaciones han vendido de cultivadores de fuera del estado. El estado busca agricultores con la capacidad para expandir sus operaciones a medida que aumenta la demanda, manteniendo bajos los costos y cultivando plantas sanas y libres de moho y pesticidas.
En una instalación interior en North Salt Lake, Troy, un granjero ambicioso, tiene un cultivo de interior de plantas de cáñamo iluminado con luces LED diseñadas para fomentar el crecimiento antes de sacar las plantas a exterior. Este agricultor cultiva cáñamo industrial, un primo de la marihuana, no psicoactiva, legalizado en Utah el año pasado.
Este cultivador es uno de los productores que han invertido en equipos y han reservado dinero con la esperanza de recibir una licencia para cultivar marihuana medicinal.
Otro cultivador de 52 años cuenta que el cultivo de marihuana medicinal es divertido para él, pero que además perdió a su madre cuando falleció por culpa de la adicción a los opiáceos que los médicos le recetaban.
El cannabis en sus diversas formas es un reto para cultivar y requiere mucha experimentación, dijo. “Si ella hubiera tenido acceso a una droga menos destructiva para aliviar el dolor, como la marihuana, dijo, tal vez aún estaría viva”.
Está demostrado que la marihuana es eficaz para aliviar el dolor crónico y por lo tanto, la legalización podría reducir la prescripción de opiáceos. “Es una cuestión de necesidad; no de buscar experimentar con la psicoactividad”, dice él.
Otro importante procesador de cáñamo posee un gran almacén en Salt Lake City equipado con sistemas diseñados para el cultivo y además cuenta con un equipo de expertos en cultivo preparados para cultivar marihuana medicinal. Una habitación del almacén está llena de todo lo necesario para producir el aceite de CBD.
De momento el cáñamo es un trabajo secundario ya que durante casi todo su tiempo trabaja en la construcción. Pero es consciente de que el cultivo de la marihuana es una inversión inteligente a largo plazo. «Una vez que la marihuana medicinal deje de ser un tabú y la gente prefiera una medicina que no se base en opiáceos, veremos una mayor demanda y un mercado más fuerte», dijo.
Se calcula que los ingresos provenientes del programa de cannabis medicinal del estado alcancen hasta 5.4 millones de dólares en 2020 y posteriormente aumenten hasta los 16.2 millones de dólares en 2021, dijo Richard Oborn, director del Centro de Cannabis Médico del Departamento de Salud del estado.
Utah se unió a los 33 estados que legalizaron la marihuana medicinal después de que los votantes aprobaron una nueva ley el año pasado.
Los líderes religiosos de la fe predominante en Utah al principio se oponían a que los votantes aprobaran la marihuana medicinal. Pero al final accedieron a un acuerdo con algunos defensores para permitir el uso medicinal de la droga siempre que tenga más regulación.