La historia del activista Rick Simpson y de cómo Jack Herer le honró dando su nombre a esta medicina natural
Si en alguna ocasión has entrado en un dispensario de cannabis preguntando sobre cannabis medicinal, es posible que hayas escuchado el término «RSO». Estas tres letras se refieren a un producto potencialmente beneficioso para diferentes trastornos médicos.
Pero no todos, incluidos algunos encargados de atender en los dispensarios de marihuana medicinal, saben en realidad qué hace que este producto sea único.
RSO es el acrónimo de “Rick Simpson Oil”, y fue Jack Herer quien acuñó este término en honor al también activista Rick Simpson.
Rick Simpson es un ingeniero electrónico retirado que trabajó durante 25 años en el sistema médico público en Canadá.
Todo comenzó en el año 1997, tras sufrir una grave lesión en la cabeza. Rick tomó todas las medicinas que los médicos le prescribieron .Pero sus efectos secundarios no hicieron más que perjudicarle. Por lo tanto, desesperado, comenzó a investigar sobre medicina natural. Y de esta manera descubrió el potencial medicinal del cannabis.
Posteriormente, en el año 2013, a Rick Simpson se le diagnosticó una forma de cáncer de piel llamado carcinoma de células basales. Aunque los médicos eliminaban regularmente los tumores cancerosos, estos siempre se reproducían, a menudo con más vigor.
Los médicos convencionales le prescribían muchos medicamentos repletos de efectos secundarios muy desagradables que al final convirtieron su vida en una pesadilla.
Finalmente, los médicos le dijeron a Simpson que habían renunciado a poder erradicarlos de manera definitiva, una noticia que alentó a este aficionado a las plantas a buscar un remedio más natural y menos invasivo para curarse.
Simpson leyó un estudio publicado en el Journal of National Cancer Institute en 1975, en el que se había descubierto que el THC mataba las células cancerosas en ratones. Inmediatamente empezó a desarrollar su propio método para extraer aceite de cannabis y tuvo mucho éxito personal en el uso de su extracto casero para tratar sus lesiones.
Aplicó el aceite de cannabis directamente sobre la piel afectada y lo cubrió con un vendaje durante cuatro días. Entonces, según su versión, descubrió que el crecimiento había desaparecido por completo. Simpson no solo se sorprendió de lo bien que funcionaba el extracto, sino que también quedó desagradablemente afectado por el hecho de que la planta utilizada para fabricar el aceite estuviera legalmente prohibida y fuera del sistema público de sanidad.
Simpson empezó a decirle a cualquiera que le escuchara que el aceite de cannabis había curado su cáncer. Incluso le entrevistó la revista Telegraph. Pero todos se rieron de él.
Sin embargo, las burlas no frenaron su pasión por la medicina a base de cannabis. Simpson decidió proporcionar personalmente su aceite de cannabis a pacientes con cáncer. Para conseguirlo comenzó a cultivar sus propias plantas de marihuana en su patio trasero. Después produjo el aceite y se lo dio a los pacientes de forma gratuita.
En el año 2004 decidió ampliar la información sobre las propiedades curativas del aceite de cannabis y para ello creó su sitio web. Ni siquiera patentó el aceite de cannabis ni intentó sacar beneficios económicos de su esfuerzo. Simplemente quería que las personas necesitadas tuvieran acceso al alivio que él mismo había experimentado.
Curiosamente, ya hace cerca de 2000 años Jesucristo se dedicó a regalar una medicina tradicional hecha con flores de cannabis llamada “kanneh Bosh” para curar las numerosas enfermedades de la piel que había en esa época.
Te recomendamos leer el artículo que publicamos en cannabisground.com llamado “Cannabis para curar el acné” para tener una información más completa al respecto. En cualquier caso lo que ya está demostrado es que el cannabis es eficaz para tratar diversas enfermedades de la piel.
Pero la idea de regalar una medicina que funciona molesta mucho a las grandes compañías farmacéuticas. Sus esfuerzos fueron frenados en 2009 cuando la Real Policía Montada de Canadá irrumpió su casa.
Desde ese momento todo su esfuerzo para suministrar gratuitamente el aceite de cannabis acabó. Ahora deja muy claro que ya no puede suministrar el aceite a nadie, pero también explica que su sitio web todavía tiene instrucciones sobre cómo preparar y administrar el aceite de cannabis de alto espectro y alto nivel de THC que él utilizó y recomendó.
Por desgracia el caso de Rick Simpson no es el primero ni el último de alguien que descubre una medicación y simplemente quiere regalarla al mundo sin sacar beneficio económico, ganándose con ello el odio de la industria farmacéutica.
Recordemos a Manuel Elkin Patarroyo, el médico colombiano que desarrolló una vacuna contra la malaria, la cual fue donada a la OMS para mejorar las condiciones de vida de los más afectados y evitar un monopolio sobre la vacuna. Recibió amenazas muy serias contra su vida y enormes presiones para que vendiera su descubrimiento a una empresa farmacéutica. Pero el hecho de regalar a la humanidad un gran descubrimiento medicinal sin que nadie obtenga beneficios económicos es algo que no va con algunos seres humanos.
Rick siempre hablaba sobre el aceite de THC y no sobre el aceite de CBD. El aceite que regalaba de forma gratuita tenía un porcentaje muy alto de THC y niveles bajos de CDB y otros cannabinoides. Hoy en día a estos extractos generalmente se les llama RSO o Rick Simpson Oil.
En la actualidad Rick Simpson vive en Europa y sigue compartiendo sus conocimientos con quien quiera escucharle.
¿Qué es el RSO?
El RSO es un aceite hecho con flores secas de cannabis y un disolvente. Este aceite se consume después de retirar las impurezas. Su consumo puede hacerse de varias maneras:
En cápsulas.
Mezclándolo con comida.
Fumado.
Vapeado.
Poniéndolo sobre la piel.
Rick Simpson recomienda empezar tomando una dosis al día de 60g/ml, repartida en tres dosis y cuyo tratamiento dura 90 días. Las dosis se irán duplicando cada4 días hasta llegar a una dosis de 1g/ ml al día.
Si tomas el RSO por motivos de salud es recomendable mantener al menos una dosis al día, tras finalizar el tratamiento, para consolidar el efecto.
Se puede hacer con variedades sativa o índica. Los efectos del aceite de sativa son mucho más cerebrales y euforizantes, mientras que el efecto del aceite elaborado con indicas es más narcótico.
Eficacia contra el cáncer
Aunque Rick Simpson asegura que a él le curó el cáncer de piel, nosotros no nos atrevemos a decir categóricamente que cure el cáncer. Es cierto que el aceite de marihuana ayuda a aliviar muchas enfermedades. Pero eso no significa que cura el cáncer. Al menos no tenemos evidencias científicas al respecto.
Elaboración del RSO
Advertimos a los lectores de que el proceso de elaboración produce gases inflamables. Por lo tanto, recomendamos hacerlo en lugares con buena ventilación y no fumar o provocar fuego durante el proceso.
Materiales necesarios
Medio kilo de flores secas de marihuana
Disolvente del tipo alcohol o etanol
Un envase de plástico en el que poner la mezcla
Un bidón de plástico para poner el producto final
Embudos y filtros para café
Proceso
Metemos las flores de marihuana en el recipiente de plástico. Añadimos parte del disolvente pero sin llegar a cubrir la marihuana. Con la ayuda de un utensilio de plástico, presionamos y removemos para desmenuzar la hierba.
A continuación volvemos a añadir disolvente hasta cubrir la marihuana y volvemos a remover y aplastar las flores con el objeto de plástico.
Después de unos 10 minutos, tenemos que filtrar en el bidón la mezcla que hemos conseguido. Utilizaremos los filtros de café y los embudos para eliminar las impurezas. Este proceso de limpieza se puede realizar hasta dos veces.
Calentaremos el líquido filtrado para evaporar el disolvente. Recuerda que hay que aplicar calor, pero JAMÁS la llama de manera directa.
El aceite obtenido será de color verde oscuro o negro, dependiendo de la genética de marihuana que utilicemos y el tipo de disolvente que empleemos.