La Corte Suprema de Italia dictamina que no se puede vender la llamada “marihuana light” con un porcentaje de THC del 06%
La conocida como “marihuana light” que se vende desde hace dos años en Italia puede tener sus días contados. El escándalo ha puesto a Italia en el mapa internacional de la marihuana y se crearon cientos de tiendas en las que se vendían bolsas que contenían esta “marihuana”. Los inversores y la banca han demostrado mucho interés.
Pero esta fiebre de oro verde parece que ha sido un sueño que se está convirtiendo en pesadilla por la presión judicial y política.
La “marihuana light” nació como un subproducto del cáñamo. La diferencia legal entre marihuana y cáñamo es que este no contiene más de un 0.3% de THC. Pero esto es así en América del norte. Porque, en Europa tan solo se permite un contenido de un 0.2% de THC para que sea considerado cáñamo.
Italia, en otra época, fue una gran potencia productora de cáñamo industrial. El anterior gobierno que gobernaba en Italia antes del actual quería que Italia volviera a ser una importante potencia en el sector del cáñamo. Para facilitar el negocio, permitió que el cáñamo pudiera tener hasta un 6% de THC, que es 3 veces más que el nivel permitido en Europa.
Pronto aparecieron cientos de tiendas que vendían bolsas de flores secas de este cáñamo. Aparecieron genéticas con nombres como «Chill Haus» y «Black Buddha» que se vendían muy bien. Por supuesto, no tienen efecto psicoactivo ya que es el café descafeinado de la marihuana.
La “marihuana light” ha generado más de 15000 nuevos empleos y ha generado 150 millones de Euros en menos de tres años.
La Corte Suprema declaró hace pocas semanas que era ilegal vender productos derivados del cáñamo que tenían la capacidad de producir efecto psicoactivo. Obviamente estos jueces no han fumado las flores secas de este cáñamo ni se han comido las galletas que se producen. Porque si lo hubieran probado sabrían que no producen efecto psicoactivo.
Algunas pruebas realizadas y la opinión de los clientes así lo confirman. Los clientes dicen que les produce un efecto agradable pero no psicoactivo. Pero el ministro del interior de la ley y el orden declaró la guerra a las tiendas que muestran logotipos imitando hojas de cannabis y ha prometido cerrarlas, calle por calle y tienda por tienda, hasta que no quede ninguna en toda Italia.
Por su parte, Matteo Salvini ha dicho que “la situación es asquerosa”. Ha declarado que no se puede permitir que en Italia haya más de 1000 tiendas que venden drogas legalmente.
Los dueños de estos pequeños negocios lo consideran una situación de guerra en la que están dispuestos a llegar hasta dónde sea necesario para defender sus intereses.
El propietario de Green Planet, en la ciudad de Caserta, se encadenó a la cerca de su tienda, que permanece cerrada este mes, después de una redada en la que la policía incautó 16 gramos de “marihuana light”.
Gioel Magini, el dueño de una franquicia llamada Cannabis Amsterdam Store, ha propuesto plantear una demanda colectiva entre todos los dueños de negocios similares para impedir que les cierren sus tiendas.
Magini tuvo que cerrar una pizzería para abrir su tienda y sabe que si el gobierno la cierra, será su ruina económica. Opina que prohibir este tipo de cáñamo por contener un 0.6% de THC es como prohibir la cerveza sin alcohol para luchar contra el alcoholismo.
En la Unión Europea el límite de THC para que la planta de cannabis sativa sea considerada cáñamo es del 0,2 por ciento. Sin embargo, una ley italiana de diciembre de 2016 subió el límite hasta un 0.6% alegando que, de forma natural, se producían variaciones en algunas plantas.
Si bien el 0.6 por ciento está por encima de la concentración de THC requerida para que el cáñamo se convierta en marihuana en un libro de botánica, los legisladores italianos pensaron que era demasiado bajo para tener un efecto psicoactivo. Lógicamente, los empresarios en un país con una economía tan empobrecida, vieron una oportunidad.
La ley de cáñamo que entró en vigencia hace dos años y medio, permitió la venta de cosméticos y productos hechos con cáñamo. Las boutiques de regalos, los mercados de la calle y los talleres de cultivo independientes pronto empezaron a crear nuevos productos como pasta con infusión de cannabis, aceite de oliva y helado. Pero también sacaron a la venta frascos y bolsas repletos de cogollos de “marihuana light”. Como la marihuana era ilegal, los productores etiquetaron sus productos como «artículos de colección» no destinados al consumo. Porque el nombre de “marihuana light” era solo un reclamo comercial.
Pero ahora puede que el gobierno de Salvini cierre todas estas nuevas tiendas ya que, según la nueva posición legal de Italia, están vendiendo droga.