Tanto el cultivo de marihuana con fines terapéuticos como recreativos está estrictamente prohibido en Argelia y las penas conllevan cárcel
Es verdad que el cannabis es ilegal en Argelia. Es ilegal su posesión, su cultivo, su consumo y su venta. Sin embargo, es un país que trafica mucho, sobre todo con hachís de Marruecos, ya que las fronteras están muy poco controladas
Por lo tanto, es fácil encontrar y comprar cannabis en Argelia. Pero debes saber que si te arrestan, es casi seguro de que acabarás en prisión.
Durante muchos siglos se ha cultivado la planta de cannabis sativa en este país del Magreb. Sin embargo, a partir de 1990 comenzó a ser un producto ilegal que se vendía clandestinamente en la parte trasera de las tiendas de los mercados callejeros (zocos).
Con la colonización francesa se pusieron restricciones en el uso, la venta y la producción de cannabis. Todavía existen tabúes acerca de la marihuana en la actualidad pero la opinión pública está lentamente comenzando a cambiar. Se suele traficar con grandes cantidades de hachís marroquí continuamente, a través de Argelia, en su camino hacia Europa. Las escasas relaciones políticas entre Argelia y Marruecos hacen que sea difícil para los dos países enfrentarse al tráfico de drogas.
En realidad, al igual que sucedió en Egipto, fueron los franceses en su proceso de colonización, los que comenzaron a prohibir el consumo, cultivo y venta del cannabis en este país.
Aunque la opinión pública hacia el cannabis sigue siendo mayoritariamente negativa, la verdad es que, gracias al proceso de legalización en países como los Estados Unidos o Canadá, países “odiados” de cara al público pero admirados en lo más profundo de la sociedad, la mentalidad de los jóvenes está cambiando y volviéndose más abierta. Por su puesto, dentro de los límites que marca la religión. El Islam y el cannabis no son buenos amigos.
A pesar de que el consumo de cannabis ha aumentado en los últimos años, sigue siendo un nivel de consumo bajo. Los arrestados por temas de cannabis se enfrentan a penas muy duras. Las personas que son arrestadas por consumo o una pequeña posesión de cannabis se enfrentan a penas que oscilan entre 6 meses y 2 años de prisión.
El tráfico y la venta de cannabis están castigados con penas que oscilan entre los diez y los veinte años de cárcel. A pesar de que al gobierno le preocupa el contrabando ilegal, debido a su inestabilidad en las fronteras, también se preocupan por el daño que el cannabis puede causar entre los jóvenes de Argelia. Por lo tanto, además de campañas de prevención que no sirven para nada, también se han abierto centros de tratamiento para “adictos al cannabis”, que tampoco valen para nada.
Argelia comparte frontera con Marruecos, país con el que está en una situación de guerra parcial desde hace décadas. Al ser Marruecos el principal productor de hachís del mundo, el tráfico hacia Argelia es constante. Las fuerzas especiales del ejército y la policía han recibido entrenamiento de los Estados Unidos (DEA) para intentar combatir el tráfico de hachís entre
Marruecos y Argelia. Aunque la frontera entre los dos países está cerrada desde el año 1994, la realidad es que son miles de kilómetros de desierto en los que no se puede controlar nada. Por lo tanto, es facilísimo introducir cannabis desde Marruecos a Argelia.
Desde hace muchos años, el tráfico de hachís desde Marruecos a España y Europa está muy controlado. Por lo tanto, los traficantes han comenzado a utilizar a Argelia como puerta de salida del producto.
En efecto, casi todas las sustancias ilegales que entran en Argelia provienen de Marruecos. Los traficantes usan los puertos de las principales ciudades costeras de este país para sacar el cannabis, a veces en grandes barcos y a veces en pequeños barcos privados. Lógicamente esta es la manera de burlar las medidas del gobierno de España al narcotráfico proveniente de Marruecos.
La principal ventaja que los traficantes encuentran en Argelia es que su frontera con Marruecos es demasiado grande e imposible de controlar. Además, desde hace décadas, hay un conflicto bélico entre Marruecos y el Frente Polisario, gripo nacionalista saharaui respaldado por Argelia y que es una fuente de problemas entre este país y Marruecos.
Los puertos de ciudades como Orán, Bechar, Argel, Bejaia o Anhaba son puntos esenciales para el tráfico de drogas hacia España y los países del sur de Europa.
Por desgracia, el cannabis es una pequeña parte del tráfico practicado desde Argelia. También se trafica con vehículos, tabaco, armas y seres humanos.
La Embajada de los Estados Unidos tienen datos que confirman que la rama de Al Qaeda en el Magreb está presente en el sur de Argelia por su proximidad con Mali y Mauritania. Esta organización terrorista se financia mediante el tráfico de drogas y demás productos.
Este hecho está creando fuertes tensiones entre los gobiernos de Argelia y Marruecos. El Ministro de Exteriores argelino acusa a Marruecos de traficar con hachís y de que sus bancos blanqueen las ganancias del tráfico. Las relaciones entre ambos países llevan décadas en un constante conflicto por el tema de la propiedad del Sahara occidental y el apoyo de Argelia al Frente Polisario; grupo sahararui que reclama la propiedad del Sahara que les robó Marruecos.
Argelia llama a Marruecos “el suministrador de hachís” y acusa a sus bancos de blanquear el dinero de este comercio. Pero además, afirma que la compañía aérea marroquí es parte esencial de este tráfico. Concretamente, el Ministro de Exteriores Abdelkader Mesahel, dijo hace dos años que la compañía aérea «transporta algo más que viajeros». Una acusaciones muy duras que no han sido muy bien recibidas por el Monarca de Marruecos, Mohamed VI.
Es fácil encontrar resina de cannabis y flores secas en cualquier ciudad de Argelia. Esto se debe a que hay mucho cannabis por la proximidad de este país con Marruecos y la imposibilidad de controlar eficientemente las fronteras. Los precios dependen de la calidad y de si se trata de marihuana o de hachís. Aproximadamente, una onza, casi 30 gramos de marihuana de África occidental cuestan entre 25 y 75 dólares. El hachís cuesta un poco más.
A diferencia de otros países del entorno, la policía argelina no es tan corrupta. Si te cogen comprando, cultivando o vendiendo cannabis, no podrás recurrir al soborno; al menos en la mayoría de los casos.
Casi todo el país es un árido desierto. La única zona donde se puede cultivar cannabis sativa es cerca de la frontera con Marruecos. En esta zona hay agua de las montañas y el clima es más fresco.
También se practica un poco de autocultivo en las ciudades; en las terrazas y balcones. Pero los argelinos no suelen ser buenos cultivadores. Para encontrar marihuana o hachís de gran calidad tiene que ser de Marruecos o de África occidental.