La interacción entre los cannabinoides de cannabis y los endocannabinoides del organismo en los humanos y otros animales de sangre caliente
El cannabis sativa se ha utilizado con fines médicos, teológicos y recreativos durante miles de años. Los seres humanos han usado esta planta única por tantas razones que no es extraño que los hindúes, por ejemplo, la llamen «la planta de Dios». Piensan que sus efectos pueden ponerles en un modo que permite al usuario estar más cerca de Shiva.
Jesucristo solía utilizarlo para aliviar enfermedades de la piel entre los pobres. De hecho, en ese momento, solo los sacerdotes y aristócratas tenían el derecho de usarlo. Mezclaban flores secas de cannabis con aceite de oliva puro y otras hierbas para crear un producto llamado kaneh bossem. Según los Evangelios gnósticos, encontrados 200 años después de Cristo, solo aquellos que fueron ungidos con este producto tenían el derecho de ser considerados como Cristo. Por lo tanto, Cristo era un título honorífico.
Según los evangelios gnósticos, el que iba a recibir este título, era introducido en una gran vasija llena de kaneh bossem durante algunas horas. La piel absorbía los principales cannabinoides y el elegido entraba en éxtasis místico.
Los faraones en el antiguo Egipto también lo utilizaron para ponerse en contacto con sus deidades. Los emperadores de la antigua China, los Sadus de la India, los sufíes de los países musulmanes y muchos más ejemplos han sido demostrados. De hecho, el cannabis sativa es probablemente la planta más sagrada jamás utilizada por diferentes civilizaciones.
Pero lo que experimentaban después de consumir cannabis no era la planta en sí. Eran los cannabinoides que el cannabis sativa contiene. Obviamente, estas civilizaciones antiguas no tenían las evidencias científicas y el conocimiento que tenemos ahora. No sabían lo que son los cannabinoides. No sabían que si se sentían “colocados” se debía a un compuesto químico llamado Delta 9 tetrahidrocannabinol (THC), por ejemplo. En este artículo vamos a aprender todo sobre estos compuestos.
Phitocannabinoides y endocannabinoides
En la última década, los científicos han obtenido un conocimiento mucho más completo de los diferentes cannabinoides. Cannabinoides como THC, CBD, CBC, CBG y el resto (113 cannabinoides diferentes). Sus propiedades médicas son enormes.
Alrededor de 113 compuestos diferentes, conocidos como fitocannabinoides, se desarrollan en una planta de cannabis. Algunos fitocannabinoides como el THC, CBD y CBN fueron descubiertos y posteriormente aislados. En 1988, mientras los investigadores estudiaban cómo funciona el THC en nuestro sistema, se descubrió el sistema endocannabinoide en el cuerpo humano.
El descubrimiento del sistema de cannabinoides endógeno significó el comienzo de una investigación adicional sobre la forma en que los cannabinoides podrían usarse con fines médicos. Hasta ahora, los investigadores continúan investigando el potencial terapéutico de estos fitocannabinoides.
Los endocannabinoides
Los endocannabinoides son aquellos compuestos químicos que nuestro cuerpo produce naturalmente, impactando en diferentes procesos biológicos. Se denominan «endocannabinoides» porque, naturalmente, son parte de nuestro cuerpo. Podríamos llamar «exocannabinoides» a los cannnabinoides que le damos a nuestro cuerpo desde el exterior. Por ejemplo, cuando fumamos un porro.
La lista de endocannabinoides descubiertos hasta ahora es:
Anandamida (AEA)
2-araquidonoilglicerol (2-AG)
Virodhamina
Dopamina N-araquidonoil (NADA)
Éter de noladina (2-araquidonil gliceril éter)
Estas moléculas neuroreguladoras se unen a los receptores cannabinoides (CB1 y CB2) que se encuentran en el sistema nervioso central, los órganos reproductivos, la piel y el tracto digestivo.
Este proceso natural impacta en los procesos fisiológicos de un ser humano. Esto incluye el dolor, la inflamación, la alimentación, la energía, la forma en que los humanos aprenden y su capacidad de memoria e incluso la regulación de las emociones. Es increíble lo mucho que puede influir en nuestro cuerpo y sentimientos.
Los phitocannabinoides
El cannabis sintetiza diferentes ácidos cannabinoides. Estos ácidos cannabinoides deben estar activos (descarboxilados) para convertirse en cannabinoides no ácidos. Por lo general, la descarboxilación se produce por calor, para liberar los compuestos que la mayoría de los usuarios desean: THC y CBD. Si no calentamos la planta de cannabis, los cannabinoides son ácidos (THCA y CBDA) y, por lo tanto, no te hacen sentir colocado o relajado.
Pero la lista de fitocannabinoides ácidos que se encuentra en una planta de cannabis es grande. Estos cannabinoides son:
CBGA (ácido cannabigerólico)
THCA (ácido Δ9-tetrahidrocannabinólico)
CBDA (ácido cannabidiolico)
CBCA (ácido cannabicromenénico)
CBGVA (ácido cannabigerovarínico)
THCVA (ácido tetrahidrocanabivarínico)
CBDVA (ácido cannabidivarínico)
CBCVA (ácido cannabicromevarinico)
THCA y CBDA son los dos cannabinoides más abundantes que se encuentran en las plantas de cannabis. El resto está presente en menores cantidades. Los principales cannabinoides en su forma ácida son: CBGA, THCA, CBDA y CBCA.
CBGA: dónde todo comienza
Es el compuesto de partida que las enzimas necesitan para hacer las otras tres. Hay los mismos números de compuestos «V» correspondientes que tienen una estructura química un poco más corta. Ellos son: CBGVA, THCVA, CBDVA y CBCVA.
Los cannabinoides en su forma ácida no producen efectos psicoactivos como el THC. Sin embargo, tienen bastantes propiedades. Muchos ácidos cannabinoides tienen propiedades antibióticas y / o insecticidas. De hecho, la razón por la cual las plantas de cannabis `producen estos cannabinoídes es para protegerse.
Como explicamos anteriormente, cuando estos ácidos cannabinoides se exponen al calor, pierden la parte «A» del compuesto y se convierten en cannabinoides neutros de las plantas.
El efecto psicoactivo
La razón por la que el cannabis te hace sentir “colocado” es porque contiene el fitocannabinoide llamado Delta 9 tetrahidrocannabinol (THC). Este fitocannabinoide se une al receptor cannabinoide CB1. Una vez que se unen, el resultado es el efecto psicotrópico que conocemos. Como decimos, es el ÚNICO cannabinoide que produce efecto psicoactivo.
La mayoría de los cannabinoides no producen efectos de alteraciones psicoactivas y/o sensoriales, pero su presencia interfiere en la forma en que el THC afecta al usuario. Por ejemplo, el CBD no produce mucha energía, pero influye en la forma en que el THC interactúa con los receptores CB1 en el sistema endocannabinoide. De hecho, el CBD es como los frenos de un automóvil, mientras que el THC es el acelerador.