Siguiendo las pautas para optimizar un cultivo de marihuana autofloreciente en interior conseguirás una gran calidad y una mayor producción de flores
Mediante el cultivo de marihuana autofloreciente en interior, tras dos meses o tres meses, dependiendo de la variedad elegida, obtendrás cosechas de gran calidad si sigues una pautas de cultivo ya que tienes la posibilidad de recrear el fotoperiodo del solsticio de verano y las condiciones ambientales ideales para el cannabis.
El cultivo de marihuana autofloreciente en interior da muy buenos resultados ya que le gusta el buen clima y el sol y en nuestra habitación de cultivo tendremos ambas cosas todos los días de la vida de la planta ya que además de controlar las condiciones ambientales podremos dar a las plantas 18 horas de luz al día.
Es muy importante tener en cuenta antes de empezar el cultivo, la cantidad de plantas que vas a poner. Si vas a cultivar variedades autoflorecientes que necesiten 3 meses para completar su ciclo de vida de 3 meses de vida, 4 plantas por metro cuadrado es suficiente. Si cultivas variedades que tan solo necesitan 2 meses podemos poner hasta nueve plantas en el mismo espacio. Excedernos de esta cantidad es perjudicial, porque las plantas se harán demasiado altas y tendremos que separar mucho las luces de las ramas inferiores. Esto provocará que cada planta solo produzca flores en la parte de arriba y además la calidad no será buena.
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Como siempre, lo primero en un cultivo de marihuana autofloreciente en interior es germinar la semilla. Tan pronto han germinado las pondremos en macetas muy pequeñas, del tamaño de un envase de yogur, hasta que salen las plántulas y se hacen un poco largas. Este proceso nos llevará entre 4 y 6 días. En ese momento las trasplantamos a unas macetas de 7 litros que llenaremos con una tierra de buena calidad mezclada con microorganismos.
Cuando las trasplantemos a las macetas de 7 litros es muy aconsejable que enterremos un poco del tallo de las plántulas para que posteriormente broten raíces de esa parte que hemos enterrado en el sustrato. Esta práctica también es útil para evitar que el viento de los ventiladores no doble los tallos de las pequeñas plantas y para que estas no se espiguen demasiado. De esta manera obtendremos más ramas laterales y más producción.
En un cultivo extremo de marihuana en interior hay que tener en cuenta el agua que vamos a echar en la maceta donde acabamos de trasplantar la pequeña planta. Piensa que la planta apenas tiene raíces y si quedan rodeadas por tierra encharcada, es muy probable que las raíces se pudran o presenten malformaciones. Es aconsejable regar en ese momento con dos vasos de agua que echaremos alrededor de los bordes de la maceta. De esta manera incentivaremos a las raíces a ir hacia los bordes y además no encharcaremos la zona donde acabamos de trasplantar. Es aconsejable realizar este riego con algún estimulante de raíces.
Hasta el día 12-13, contando desde que germinaron las semillas, el proceso es lento. Pero en los siguientes 10 días las plantas crecen muy rápidamente, siempre que hayamos sido prudentes con no excedernos con la cantidad de agua del riego. Durante esta etapa utilizaremos abono de crecimiento. Para no excederte con el agua ten en cuenta que solo hay que regar cuando el sustrato se seca. Riega un día después con el agua justa para que al día siguiente o máximo dos días el sustrato esté seco de nuevo. Un buen consejo es empezar con los dos vasos de agua, y cuando se seca el agua de ese primer riego, tan solo regaremos con 1 vaso de agua. Cuando ese vaso de agua dura solamente 1 día para que la tierra se seque, regamos con dos vasos. Cuando los 2 vasos de agua duran 1 día subimos a 3 vasos. Es aconsejable individualizar un poco el riego de cada planta, por lo menos hasta que empieza la fase de floración, ya que cada planta puede tener sus peculiaridades.
Cuando llegue el día 20-21 en las variedades de 2 meses de ciclo vital, o el día 26-27 en las variedades de 3 meses de ciclo vital, empezaremos a usar un buen estimulante de floración junto con el abono de crecimiento, hasta que le empecemos a ver las pre-flores. En ese momento cambiaremos el abono de crecimiento por el abono de floración.
En pocos días veremos que ya se han formado cogollos en todas las puntas de las ramas. Es aconsejable seguir con estimulador de floración e incluso seguir añadiendo microorganismos. También es aconsejable añadir un aporte de azúcares, que le daremos durante toda la floración, para que las plantas no se debiliten y proporcionen poca densidad en las flores.
Seguiremos aportando el abono de floración y el aporte de azúcares. Pero los utilizaremos en riegos alternativos, es decir, en un riego sí y en otro riego no, hasta que llegue la fase de engorde de las flores. Cuando tengamos los cogollos formados (día 36-37), es el momento de utilizar el abono de engorde y seguir con usando los abonos de engorde cogollos en unriego sí y en un riego no, hasta el final.
En el cultivo de marihuana autofloreciente en interior hay que hacer lo mismo que en cualquier cultivo. Cuando lleguemos al día 50-52 de cultivo empezaremos a regar solo con agua, para ir limpiando las raíces y para que luego podamos hacer un buen curado y que la marihuana no sepa ni a fertilizantes ni a clorofila. Lo mejor es regarlas solo con agua hasta el final.