El pintor español Okuda San Miguel fue el elegido para pintar con escenas psicodélicas toda la Iglesia Internacional del Cannabis
Sin duda alguna, España ha aportado a la pintura algunos de los grandes genios de talla internacional de la pintura. Goya, Velázquez, Picasso, Dalí y muchos más. Pero en el sector internacional del cannabis, el artista que más destaca en todo el mundo es Okuda San Miguel.
La iglesia Internacional del Cannabis es un centro comunitario religioso sin fines de lucro, además de un lugar de culto y reunión para personas que buscan vínculos espirituales y amistad mediante el consumo de cannabis.
La Iglesia, ubicada en la ciudad de Denver, Colorado, se creó el día 20 de abril del año 2017. Es decir, el 420, y es el mayor centro de reunión en todo el mundo para que aquellas personas que quieran alcanzar sus fines espirituales a través de la marihuana puedan hacerlo sin problemas legales.
La Iglesia es un edificio con más de 100 años de antigüedad dónde Okuda ha pintado un mural a base de prismas en la bóveda y las paredes en el que se representan diversos animales, figuras de la mitología y motivos naturales muy bellos.
Sus colores son especialmente iluminados y vibrantes. La pared trasera de la Iglesia, por dónde los feligreses entran al espacio de consumo, está pintada con dos espectaculares figuras que representan una forma que recuerda a un ladrillo y otra a base de triángulos de colores. Todo el espacio es ensoñador para que la naturaleza onírica de sus dibujos ayude a los visitantes a entrar en modo espiritual.
Cuando aquel 20 de abril la Iglesia Internacional del Cannabis abrió sus puertas, los feligreses quedaron asombrados por el colorido de su interior. Fue un día especial porque Denver alcanzó una nueva dimensión para la vida espiritual y el cannabis. El artista ha dispuesto sus cuadros de manera que las pinturas parecen desplegarse hacia arriba.
Este artista tiene una gran demanda para realizar obras de grandes dimensiones en todo el mundo. Una de sus obras maestras es el interior del Templo de Kaos, en 2015, que es una antigua Iglesia española de 1912 que Okuda transformó en un parque para skaters. Aunque vive habitualmente en Madrid (España) viaja con mucha frecuencia para realizar sus obras y murales.
Nacido en la ciudad de Santander en 1980, desde su más temprana juventud comenzó a consumir cannabis, sustancia de la que dice que le ayuda a inspirarse para crear sus mejores obras.
Así es una celebración en la Iglesia Internacional del Cannabis
Un día cualquiera los feligreses comienzan sus rituales. Los congregados, de todas las edades y clases sociales, sacan sus pipas coloridas de sus bolsas. Tras rellenarlas con la mejor marihuana, las encienden y las van pasando a todos los que están sentados en el mismo banco.
Todas las clases sociales están presentes. En un mismo banco se pueden encontrar jubilados, jóvenes, hippies etc.
Entrar en este santuario ubicado en un tranquilo barrio de Denver, es como un sueño religioso. Recuerda a la Capilla Sixtina pero repleta de colores psiquedélicos. El color es el protagonista.
Antes de que la Iglesia Internacional del Cannabis abriera sus puertas el 20 de abril de 2017, el pintor Okuda San Miguel dedicó seis días a pintarla, y ni siquiera tenía un boceto antes de comenzar.
Un viernes cualquiera, las bocanadas del humo de las pipas flotan en el ambiente. El cofundador, Steve Berke, de 37 años, un ex tenista estadounidense, sube al podio. Detrás de él hay dos sillas de terciopelo, con la forma de una mano que hace el gesto de la paz, que sostienen varios porros.
No hay Biblias ni se cantan himnos. Tampoco hay un pastor que dirija la ceremonia. Cada día le toca dirigirse a los congregados a una persona diferente. Puede ser un conocido activista, algún empresario del sector o un famoso cultivador. El credo de esta Iglesia se basa en el “elevacionismo”, concebido como la creencia de que la marihuana puede ayudarte a profundizar en tu viaje espiritual. Algo muy parecido a lo que preconizaba Bob Marley.
Hay Elevacionistas que practican otras religiones al mismo tiempo. Steve Berke es judío, por ejemplo. En la Iglesia del cannabis no te tienes que convertir a nada. Tan solo se te pide que rellenes una solicitud online por la cual manifiestas que el cannabis es un sacramento espiritual en tu vida.
Según una chica llamada Lucy, que es profesora de yoga y que algunas veces lidera la ceremonia en la Iglesia del cannabis, las iglesias son edificios que, de forma natural, concentran grandes cantidades de energía. Fumar marihuana en una iglesia hace la experiencia más intensa.
Durante una ceremonia, a través del humo se puede ver a quién dirige la sesión que enciende una cerilla invitando a los asistentes a que enciendan sus porros y pipas. Steve Berke explica que entre todos se apoyan en sus viajes espirituales y que durante la ceremonia de fumar cannabis es como celebrar su particular “última cena”. Los participantes celebran esta forma de ayuda comunitaria con expresivos gritos de “Amén”.
El cannabis y la religión han ido de la mano durante miles de años. El THC interactúa con los receptores cannábicos del cerebro y amplifica la percepción de los sentidos, pensamientos y sentimientos. Igualmente, influye en los niveles de neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina, provocando sensaciones de placer; aunque también puede provocar ansiedad.
El cannabis se ha utilizado en el hinduismo, el rastafarianismo e incluso se cree que también en el judaísmo. De hecho en la Biblia se habla de un producto llamado «kaneh-bosm», que lleva aceite de oliva virgen mezclado con flores secas de marihuana y con el cual se ungía al Cristo; al elegido.
La Iglesia Internacional del Cannabis permite consumir cannabis en el templo siempre que hayas completado el formulario online mencionado y seas mayor de 21 años. Está estrictamente prohibido comprar o vender cannabis en las instalaciones.