Siendo China uno de los países con las sentencias más duras contra el cannabis, la legalización de la marihuana recreativa le parece muy preocupante
China es uno de los peores países del mundo para ser arrestado con cannabis. De hecho, el principal organismo de control de drogas de Beijing ha culpado a la legalización de la marihuana en Canadá y partes de los Estados Unidos por ser la principal causa del aumento de tráfico de marihuana en China, lo cual ha definido como una nueva amenaza para su país.
El gran gigante asiático castiga con extrema dureza a las personas que son atrapadas traficando con drogas. Cualquier ciudadano de China o de otro país, aunque sea de un país occidental, que sea arrestado con más de 50 gramos (1.76 onzas) de cannabis puede ser castigado con la pena de muerte.
Recientemente, Liu Yuejin, subdirector de la Comisión Nacional de Control de Estupefacientes de China, dijo en una conferencia de prensa que la cantidad de consumidores de marihuana en China había aumentado en un 25% en el año 2018. La cantidad de personas que consumen cannabis en China ha sido estimada en unas 24.000. La verdad es que en un país con más de 1.000 millones de personas, la cifra de 24000 parece insignificante. Quizás la verdadera razón de las palabras de Liu Yuejin radique en la guerra comercial entre los Estados Unidos y la China.
Liu Yuejin fue más lejos cuando aseguró que en dos años había aumentado el tráfico de cannabis de los Estados Unidos a China. Explicó que estaba muy preocupado porque la policía había interceptado 115 paquetes enviados a través de paquetes postales internacionales. Entre los 115 paquetes enviados desde diferentes países se habían incautado 55 kilogramos (1940 onzas) de cannabis en el año 2018.
Liu Yuejin explicó que casi todos los sospechosos de envío de paquetes con marihuana eran estudiantes extranjeros o estudiantes chinos que venían de estudiar en algún país extranjero. También dijo que el método habitual para introducir la marihuana en China era a través de envíos internacionales. Sin embargo, no dijo cuántos paquetes procedían de los Estados Unidos.
El tráfico de drogas es un delito muy grave que puede ser castigado con la pena de muerte en el código penal chino.
Un ciudadano canadiense llamado Robert Lloyd Schellenberg fue condenado a muerte el año pasado por traficar con 222 gramos de matanfetamina. Dados los precedentes judiciales de China, no es probable que la sentencia de pena de muerte de este ciudadano canadiense sea revocada. De hecho, no sería el primer occidental ejecutado en China por tráfico de drogas.
China comenzó una guerra contra las drogas muy dura en el año 2005. En esta campaña pedía a los ciudadanos chinos que delataran a cualquier persona sospechosa de estar relacionada con las drogas, cannabis incluido. El gobierno ofrece recompensas económicas a los delatores.
De acuerdo con la Ley antidrogas de China del año 2008, los consumidores de drogas, aunque sea por primera vez, serán encerrados en centros de rehabilitación, sin juicio previo, entre tres a seis años. Estos “centros de rehabilitación” son en realidad cárceles y los que salen de ellas tienen un índice de recaída del 90%.
Según Human Right Watch, los guardias de estos centros usaban las pruebas del VIH para saber con qué presas podían tener sexo.
La misma organización asegura que en China hay alrededor de 700 de estos centros. Son lugares horribles en los que los internos son golpeados brutalmente para que trabajen 18 horas al día. Los internos no reciben remuneración económica y no tienen acceso a la más elemental atención médica.