El estado más anti cannabis de EEUU no puede castigar la posesión de marihuana por falta de recursos y un error legislativo
A principios de 2018, las primeras ventas de cannabis medicinal con bajo contenido de THC comenzaron en Texas, de conformidad con el Programa de Uso Compasivo. Pero aunque el programa ayuda a algunos pacientes, la realidad es que es demasiado limitado y deja a la mayoría de los pacientes atrás.
Tan solo los enfermos que sufren de convulsiones graves pueden participar, lo que deja sin atención a un gran número de ciudadanos que padecen otras afecciones tales como el cáncer y el trastorno de estrés postraumático (PTSD, y muchos de los cuales tendrán que depender de medicamentos basados en opiáceos.
Sin embargo, desde el mes pasado, la posesión de pequeñas cantidades de marihuana se ha despenalizado en muchos condados de Texas debido a un accidente legislativo.
¿Cómo es posible haber llegado a esta situación en el estado menos liberal en cuanto a políticas de cannabis? La verdad es que lo sucedido en Texas parece una broma; una broma que favorece a aquellos que son arrestados con pequeñas cantidades de marihuana. En Texas, la posesión de marihuana es un delito muy serio.
Todo comenzó cuando la Legislatura número 86 de Texas aprobó un proyecto de ley con el apoyo de Demócratas y Republicanos cuyo propósito era beneficiar a los agricultores al permitir el cultivo del cáñamo como un cultivo comercial.
El Proyecto de Ley de la Cámara de Representantes 1325, que entró en vigor el pasado 10 de junio, definió el cáñamo legal como el cannabis cuyo contenido en THC es inferior al 0.3%.
El problema es que las agencias de aplicación de la ley en Texas no cuentan con el equipo adecuado, el personal cualificado y los métodos necesarios para analizar de forma cuantificable la concentración de THC del cannabis en una muestra de laboratorio. En consecuencia, resulta imposible para discernir si el cannabis confiscado es cáñamo legal o marihuana ilegal.
La Oficina del Fiscal del Condado de Travis ha decidido sobreseer los casos por delitos menores de posesión de marihuana presentados desde el 10 de junio en adelante si no están respaldados por un informe de laboratorio. El fiscal de distrito del condado de Travis ha anunciado a los medios de comunicación la desestimación de 32 casos de delitos graves relacionados con la posesión o venta de marihuana.
Los funcionarios del condado calculan que la policía tardará entre 8 y 12 meses para poder probar que la muestra confiscada es marihuana ilegal y no cáñamo. Es demasiado tiempo y son demasiados los recursos necesarios.
A finales del mes de junio, el fiscal de distrito del condado de Tarrant desestimó 234 cargos menores por posesión de marihuana porque los laboratorios que tienen que analizar las muestras incautadas no están lo suficientemente bien equipados como para determinar la cantidad de THC en el cannabis confiscado.
Igualmente, una semana más tarde, los condados de Harris, Bexar, Fort Bend y Nueces informaron a los medios de comunicación de que iban a procesar los cargos de posesión de cannabis para uso personal de menos de un cuarto de libra sin una prueba aportada por un laboratorio cualificado que demuestre que la marihuana incautada tiene un contenido ilegal de THC.
El pasado 3 de julio, el condado de Travis tomó la misma decisión. En efecto, el Fiscal del Condado, David Escamilla se reunió con la Sheriff Sally Hernández, el Jefe de la Policía de Austin, Brian Manley, y la Fiscal del Distrito Margaret Moore para llegar a una conclusión sobre cómo lidiar con el asunto.
Poco después Escamilla anunció a los medios de comunicación que su oficina iba a sobreseer los casos presentados desde el 10 de junio en adelante. Por su parte, la fiscal Margaret Moore emitió un comunicado de prensa en el que anunciaba el sobreseimiento de los casos de delitos mayores ese mismo día. Escamilla explicó que era la reacción lógica ante el error cometido por los legisladores estatales.
Aunque parezca absurdo, la realidad es que solo hay un laboratorio acreditado con capacidad para comprobar si el cannabis confiscado es marihuana o cáñamo. Aunque Escamilla dice que se crearán más laboratorios, las agencias policiales creen que la actualización de sus equipos tendrá un costo demasiado alto.
El estado de Texas dispone de un producto llamado NIK Test E para determinar la cantidad de THC. Pero su eficacia ha sido muy cuestionada ya que se han dado demasiados casos de falsos positivos en productos legales de CBD.
Casi 60 proyectos de ley relacionados con el cannabis han sido presentados durante la última sesión legislativa en Texas. Pero la HB 1325 fue aprobada casi por unanimidad en la Cámara de Representantes y el Senado. Se pensó que era la mejor forma de permitir a los agricultores que desarrollaran un cultivo industrial emergente y rentable de cáñamo. Pero lo que los legisladores no esperaban era que la HB 1325 iba a convertir en una manera de crear confusión en la aplicación de la ley sobre la marihuana vigente.
No obstantes es importante destacar que la una de los creadores de la HB 1325 fue la Republicana Tracy King, D-Batesville, quién previamente había votado en un proyecto de ley a favor de la despenalización de la marihuana en Texas; el proyecto HB 63.
Jax Finkel, director ejecutivo de Texas NORML (Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de Marihuana), ya había previsto los problemas que tendrían las cambiantes leyes de cáñamo y predijo que podrían causar complicaciones en las pruebas de THC. «Esto no es una sorpresa. Es algo que debería haberse establecido en 2015 cuando entró en vigencia el Programa de Uso Compasivo de Texas», dice Jax Finkel.
Muy pocos Texanos están en desacuerdo con los condados que rechazan los casos de marihuana de bajo nivel. Casi el 85% quiere reducir las penalizaciones por delitos relacionados con la marihuana. Por su parte, los funcionarios urbanos creen que esta nueva forma de enfrentarse al cannabis puede ayudarlos a ahorrar dinero y a gastar de manera más eficaz los recursos del estado. Finkel insiste en que hay que legalizar la marihuana ya que no vale la pena gastar dinero o recursos en el costo de las pruebas.
Los perros de la policía no pueden diferenciar la marihuana del cáñamo
Ningún perro de detección de cannabis de la policía puede determinar la cantidad de THC en la marihuana. Por lo tanto, cuando el perro le indica al agente de la policía que huele a marihuana, el agente no puede saber si el animal ha percibido el olor desprendido por cáñamo legal o marihuana ilegal.
Los perros que la policía usa en la carretera están entrenados para oler “una causa probable” para entrar en un vehículo. Pero no pueden distinguir la diferencia entre el cáñamo y la marihuana, explica Jason English, un abogado criminal y civil y ex fiscal del Condado de Travis.
Lo habitual es que un agente de policía utilice el olor a marihuana como evidencia para registrar un vehículo. Pero ahora los policías necesitan un laboratorio para saber si es marihuana o cáñamo porque la única diferencia entre las dos sustancias es el porcentaje de THC.
Mykal J. Fox, un abogado de defensa penal que opera en Austin y que es miembro activo de NORML, también se dio cuenta de la gran ventaja que suponía para la defensa de sus clientes la nueva situación legal en Texas. «Cuando el proyecto de ley entró en vigencia el pasado 10 de junio, nadie estaba realmente preparado para lo que significaba, específicamente la aplicación de la ley, para beneficio de mis clientes», dijo a los medios de comunicación.
La cuestión es que la flor del cáñamo huele igual que la flor de marihuana. Por lo tanto la pregunta es: ‘¿Está oliendo el perro algo que es legal tener?’ y si es así, ¿cómo le da eso a un oficial el derecho a inspeccionar el vehículo?
La situación se ha complicado tanto que incluso podría favorecer a traficantes de sustancias más peligrosas ya que si el agente de policía registró el vehículo basándose en la detección de olores no calificados, el caso podría ser desechado.
En el condado de Travis los infractores sin antecedentes penales que son arrestados con menos de dos onzas pueden tomar una clase de prevención de cuatro horas y pagar una pequeña multa, en lugar de ir a los tribunales.
Fox dice que sus clientes que han sido arrestados por tener un cigarro electrónico de THC, lo que es un delito grave en Texas, a menudo salen libres después de tomar una clase de ocho horas. Pero con la nueva ley estos castigos menores no pueden imponerse sin un informe de laboratorio. Los involucrados en los 93 casos desestimados son beneficiarios no intencionados de estas leyes cambiantes, pero parece que no serán los únicos.
Betty Blackwell, presidenta de la junta del Servicio de Defensores Privados del Área de la Capital, está muy feliz porque los tribunales locales no acepten cargos menores de marihuana por el momento. Sin embargo, ella cree que la decisión debería ser retroactiva. Ella opina que las nuevas normas deben aplicarse no solo a los que se produzcan en o después del 10 de junio. En la actualidad hay unas 4000 órdenes de detención pendientes en el Condado de Travis. Ella sostiene que cumplir con las órdenes sería muy injusto si en el futuro los casos simplemente se desestimarán.
Para hacernos una ligera idea de cómo está penalizado el cannabis en Texas, basta con decir que la posesión de menos de 1 gramo de hachís es un delito grave que se castiga con 180 dólares de multa y hasta 2 años de cárcel.
La posesión de 1 a 4 gramos de hachís se considera un delito muy grave que se castiga con 10000 dólares de multa y un periodo de cárcel que oscila entre los 2 y los 10 años.