Aquellos que han estado en Cuba lo saben bien: Cuba es un mal país para el turismo cannábico. Es un país hermoso y colorido, lleno de cosas diferentes para hacer y gente amigable. Pero si buscas cannabis en Cuba, es mejor que elijas cualquier otro destino para pasar tus vacaciones.
Además de ser muy difícil de encontrar y tener una calidad muy pobre, la posesión de marihuana puede llevarlo a una cárcel cubana durante dos años, en caso de que sea una pequeña cantidad.
En 1937, Cuba creó la Ley de Evaluación de la Marihuana que prohíbe el cannabis. El mismo año, el gobierno cubano encargó al periodista Antonio Gil Carballo que escribiera un documento de 212 páginas llamado «Caro y vicioso, opio, morfina, marihuana, cocaína, heroína».
El periodista describió los peligros del cannabis y otras drogas. «El cannabis es peor que el opio, que la morfina o la cocaína, porque despierta las pasiones más terribles y siniestras de las personas», escribió. Y esa es la ideología que ha prevalecido desde entonces en el régimen cubano. El periodista continuó escribiendo artículos sobre la mala situación de la isla debido al tráfico de drogas. Escribió: «Cuba es el país de drogas número uno». Se convirtió en un agente policial y denunció a varios traficantes.
En 1945, se convirtió en un «experto» en drogas y formó a un equipo de 25 agentes para combatir las drogas. Durante la década de 1949, muchas personas que pertenecían a la clase trabajadora fueron arrestadas por ser consumidores y pequeños comerciantes. Sin embargo, el mercado negro continuó operando con la ayuda de policías corruptos.
La era de Fidel Castro
Después de la Revolución de 1959, Castro creó leyes según las cuales los consumidores de drogas fueron enviados a campos de reeducación donde tenían que realizar trabajos forzados. Hoy en día, poseer una pequeña cantidad de hierba puede llevarlo a prisión de 6 a 25 meses.
La prostitución y la marihuana son dos delitos graves en Cuba. La policía secreta siempre está buscando en las zonas turísticas en busca de «gringos» que intentan conseguir marihuana para fumar y prostitutas (llamadas «jineteras») para tener relaciones sexuales.
Pero si la policía está buscando cannabis es porque hay distribuidores y clientes. La pregunta es cómo encontrar un distribuidor confiable. Puedes encontrar marihuana en La Habana.
Personalmente recomiendo visitar las zonas turísticas donde los jóvenes alrededor de restaurantes y bares conocen a los distribuidores. Muchos de ellos hablan inglés. Obviamente, hablar español ayuda mucho.
La mejor idea es desarrollar cierto nivel de amistad y confianza con el chico antes de hablar sobre la marihuana. Por lo general, le ofrecerán una prostituta antes de decir una palabra sobre la cannabis. No olvides que la policía secreta puede estar cerca.
Desde que Obama abrió las puertas de Cuba a los estadounidenses, la situación es mejor; aunque no es fácil. Los dólares estadounidenses (llamados «fulas») tienen un gran poder adquisitivo en la isla.
Un turista que compró marihuana me contó que se hizo amigo de un bailarín que trabajaba en un hotel turístico. Aunque no fumaba, tenía buenas amigas que consumían marihuana. Dos días después de conocerlos, les preguntó si conocían a alguien y le dijeron que tenían varios amigos que fumaban. Al día siguiente, una de ellas le presentó a uno de los vendedores y pudo comprarle marihuana de calidad cuestionable, pero marihuana después de todo. No esperes encontrar buena calidad. Tienes que conformarte con lo que hay y cuando lo hay.
Prostitución y marihuana
En Cuba el concepto de prostitución es muy diferente. No es frecuente encontrar mujeres que intercambian sexo por dinero abiertamente. Lo normal es encontrar personas deseosas de conocer a extranjeros que los inviten a una buena comida o un par de cervezas. Sé amable e invítalos a comer o beber, y pronto se convertirán en amigos tuyos. Te mostrarán dónde comprar.
Precios aproximados del cannabis en Cuba
El cannabis es bastante caro en Cuba. Aquí hay algunos precios aproximados. Pueden cambiar, dependiendo de su distribuidor.
Desde 350 dólares a 550 por una onza.
90 dólares por 10 gramos.
45 dólares por 5 gramos.